El alquiler vacacional se dispara por la demanda y la inflación

Los precios suben hasta un 10% en un año. Destinos como Sanxenxo, Baiona y las ciudades ya están al completo en agosto
Este loft de Barreiros es de los más exclusivo de A Mariña para este verano. EP
photo_camera Este loft de Barreiros es de los más exclusivo de A Mariña para este verano. EP

"La gente no lo quiere pensar, pero estamos ante el último verano". Esta frase del economista Santiago Niño Becerra, uno de los pocos que vio venir el tsunami financiero de 2007, resume a la perfección lo que él mismo denomina verano del carpe diem: disfrutar a tope porque el otoño huele a crisis brutal. Y la gente parece tomarlo al pie de la letra porque Galicia está a reventar. Se puso de moda como destino turístico en la pandemia y este verano va por el mismo camino. El mejor termómetro son los alquileres vacacionales, que vuelven a incrementar su precio hasta alcanzar cifras históricas, especialmente en el mes de agosto, donde muchos destinos tienen colgado el cartel de completo.

En todo caso, ponerle cifras a ese incremento de tarifas de alquiler estival es difícil en una realidad territorial tan heterogénea en la que "en el mismo pueblo te mueves de primera línea con vistas a la playa un kilómetro hacia el interior con vistas a un monte de eucalipto y abaratas mucho".

Quien lo dice es Rafael Serrano, vicepresidente de Aviturga, la asociación de las viviendas turísticas gallegas, pero lo confirman desde las inmobiliarias. En la oficina de Ana Porto, en O Grove, aseguran que los alquileres "subieron muchísimo "; en la Inmobiliaria Laxe usan el adjetivo "bastante"; y en Pisos en Galicia de Sanxenxo dicen que subió "algo". Sea más o menos, la tendencia es clara: subió.

¿Pero cuánto? Recopilando datos, si hubiese que buscar un precio medio para la Galicia costera este verano, el alquiler de la quincena podría situarse entre los 1.500 y los 2.000 euros, y de 2.000 a 2.500 en las zonas más demandadas. Y a un lado y otro de esas cifras hay mil y una posibilidades: desde pagar más de 50.000 euros por pasar agosto en una villa en Porto do Son a un piso en San Cibrao por apenas 500. Incluso en la zona cero del turismo gallego, Sanxenxo, hay para todos los bolsillos: "Hay apartamentos a 850 euros la semana o a 2.000".

Si resulta difícil establecer un precio medio para el alquiler vacacional gallego, tampoco es sencillo calcular el incremento. 

Nadie se moja, pero los números no engañan y apuntan a subidas de entre el 10% y el 15% –en 2021 Tecnitasa lo cifró en el 7,5%–. Siempre con la cautela que exige hablar de un sector donde sigue teniendo un peso importantísimo la oferta particular sin declarar ni legalizar. "Es una realidad que sigue ahí, sobre todo en los sitios más pequeños", admite Serrano, que opina que, en todo caso, la necesidad de publicitarse en internet hace que poco a poco vayan saliendo a la luz estos alquileres en B.

PERO... ¿POR QUÉ SUBE? Constatado ese incremento del precio medio del alquiler este verano, conviene analizar las causas del mismo. Y son causas en plural porque no hay una sola. En concreto tres tienen un impacto más directo: la consolidación de las plataformas de reserva online, la inflación y la demanda.

CAPTURA

"La gente que antes alquilaba por quincenas o el mes entero, hoy mete su vivienda en plataformas como Booking y Airbnb y su rentabilidad se dispara", explica Ana Porto. En esta inmobiliaria grovense aclaran que alquilar por días es más caro para el turista y más rentable para el dueño; y la gente que no está en estas plataformas "escucha que el vecino ganó esto por alquilar el piso y entonces pone la misma tarifa. Si él lo hace, ¿por qué yo no?".

El impacto de gigantes como Airbnb y Booking y el éxito del verano pasado tiran de los precios al alza hasta un 10%

Pero en Aviturga van más allá. "Airbnb y Booking suponen un nuevo modelo turístico muy centrado en las comisiones de estas plataformas, que pueden suponer rentabilidades del 15%", explica Serrano. Entonces, lo que hace el dueño del inmueble es poner de partida un precio un 15% más alto para que, en la práctica, la comisión de la empresa no le quite rentabilidad. Y eso es encarecer. "Pero no es bueno subir precios sin mejorar la calidad", advierten en Aviturga, que por ello creo su propia web de reservas: Vitgal.

La segunda causa de la subida de precios es la inflación general. "Si todo sube, el alquier también". Según la Federación Gallega de Empresas Inmobiliarias, el alquiler convencional subió un 6% en lo que va de año. Y en mayor proporción lo hacen los recibos de luz, gas, agua, comunidad... "La vida sube un 10% así que hay que recuperar el coste que supone abrir la vivienda, y eso se hace subiendo precios", explican en Aviturga.

Y por último está la demanda. La pandemia no solo convirtió a Galicia en destino de moda, sino que cambió el vicio de la improvisación por la virtud de la planificación. "El turista ahora muchas veces anticipa la reserva" por miedo a quedarse sin nada tras un 2021 de récord y un 2022 que tiene el imán del Xacobeo. "La gente que planifica las vacaciones con tiempo, que llama para reservar en enero o febrero, le hace percibir al propietario que llenará de sobra", por lo que sube los precios.

Un cóctel de factores que empuja a Galicia hacia un verano donde habrá que rascarse el bolsillo para dormir con vistas al mar. Pero al fin y al cabo... ¡carpe diem!

Los precios, más contenidos en A Mariña que en las Rías Baixas

Los alquileres de viviendas de uso turístico de cara al verano de 2022 se han incrementado en A Mariña con respecto a los últimos años. Si bien la costa de Lugo no sufrió un descenso de visitantes en los últimos años por la pandemia, este año se ha notado una mayor demanda que ha provocado el alza de los precios.

En Viveiro los alquileres han subido, sobre todo en el mes de agosto, y lo fuerte sigue siendo entre el 15 de julio y el 15 de agosto. "La fórmula de alquiler, vía internet, está empezando ahora en Viveiro y es un boom", afirma Pablo Cao, que lleva decenas de viviendas de uso turístico en Viveiro, y que afirma que los alquileres tradicionales, de un mes, "se han reducido mucho". "Ahora la gente quiere venir una semana a A Mariña, otra a las Rías Baixas; quiere coger el coche y recorrer", afirma Pablo Cao.

En la ciudad del Landro es difícil decretar un precio estándar por apartamento, porque incluso en el mismo edificio puede haber grandes variaciones de precio dependiendo de si son interiores o exteriores o de cómo esté el apartamento. "En líneas generales, del 1 al 15 de agosto se puede alquilar un apartamento de dos habitaciones por 1.400 euros la quincena y si es una semana por 800 euros, pero también te puedes encontrar apartamentos en Covas que dan a un patio de luces por 80 euros al día", explica Pablo, que dice que los precios se encarecen cuando las estancias son más cortas.

En el edificio Omega, uno de los más exclusivos de Viveiro, con cancha de tenis y piscina, un piso de cuatro habitaciones con terraza se pueden ir a los 2.000 euros a la semana, y si es de tres habitaciones a los 1.750 euros.

En la zona occidental de A Mariña, en O Vicedo los precios son un poco más bajos que en Viveiro, pero no mucho más. "Hay poca oferta en O Vicedo y es una zona que le gusta mucho a la gente de Madrid, y al haber poca oferta, los precios son altos", dice Cao. En Xove, en la urbanización Palmeiro, se pueden encontrar los precios más baratos en la costa de Lugo para alquilar en verano.

En Foz, el otro polo turístico fuerte de A Mariña, los precios están por los 1.300 euros la quincena en agosto en un apartamento de dos habitaciones. "En la primera semana de agosto, el mejor piso que tenemos, con 4 dormitorios, amplio, con terraza y vistas al mar, son 1.500 euros", dice Javier Rodríguez, de Os Molineros.

En Barreiros los precios también se han incrementado, pero son más bajos que en Viveiro o Foz. Los apartamentos pueden rondar los 550 euros la semana y los 1.100 euros los 15 días. En Ribadeo los precios son similares a los de Foz, 750 euros la semana, 1.400 euros la quincena, si bien es verdad que en Ribadeo la oferta hotelera es más amplia que en Barreiros o Foz.

La localidad de la costa de Lugo con los precios más bajos, junto con Xove, es Burela, donde el precio medio por un apartamendo de dos habitaciones en agosto no llega a los 1.000 euros. Los arrendamientos vacacionales han provocado en la comarca mariñana que el alquiler anual esté muy falto de oferta, ya que la mayoría de las personas prefiere el alquiler vacacional por su mayor rentabilidad, y en lugares como Foz o Ribadeo está siendo casi imposible encontrar apartamentos o pisos para arredar anualmente.

El efecto covid de 2021 se difumina
En tiempos de pandemia Galicia se ofreció a España como una reserva de naturaleza y aire libre frente a meses de encierro forzoso. La estrategia turística fue un éxito y la comunidad se abarrotó. Ese tirón se mantiene, pero ya en menor intensidad que en 2021. Aviturga constata que este no será un verano tan concurrido. "La gente dejó de viajar a las grandes ciudades y se quedó aquí, pero eso no durará siempre". "Volvemos a la realidad de antes de la pandemia", apunta la inmobiliaria Costa Meiga de Carnota.

60%. Es la ocupación actual para julio, un mes que tradicionalmente se reserva "más a última hora" y donde muchos dueños usan ellos la vivienda.

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