La Policía interviene 350 kilos de cocaína ocultos entre plátanos atribuidos a un gran capo gallego
El cargamento fue aprehendido en el polígono industrial de San Cibrao das Viñas, donde se ubicaba la empresa que permitiría el narcotransporte. Los dueños de la droga son de O Salnés. Los 7 detenidos, de Pontevedra, Ourense y Madrid
El operativo, que continúa abierto y bajo secreto de las actuaciones, se salda por ahora con siete personas detenidas, cinco de nacionalidad española y dos sudamericanos. De los cinco primeros, todos ellos gallegos, dos estaban afincados en Ourense. Uno sería el presunto responsable de la empresa instrumental que permitiría la entrada del polvo blanco en la Unión Europea; el otro, uno de sus empleados, con supuesto conocimiento de lo que sucedía. Los restantes, en un escalón superior en el organigrama, serían los dueños de la mercancía, afincados, cómo no, en la comarca de O Salnés.
La operación es más importante de lo que parece, por dos motivos. El primero, por el hecho de que la droga fuese propiedad de un grupo gallego (normalmente, el mayor porcentaje se envía a Madrid y vuelve a manos de los colombianos). El segundo, por la vinculación con la misma de uno de los capos importantes que permanecen activos en la provincia de Pontevedra.
Para el buen fin de la investigación, coordinada por el Juzgado de Instrucción 1 de Vilagarcía (que recibirá hoy en declaración a los detenidos) fue precisa la estrecha colaboración de las autoridades portuguesas (el cargamento entró por el puerto de Leixoes, en las afueras de Oporto) y del Servicio de Vigilancia Aduanera.
Los especialistas de la unidad antidroga Greco Galicia, que consiguieron tener el control del cargamento contaminado en todo momento, han logrado frenar en cierto modo la llegada de cocaína por el sistema tradicional (pesqueros y planeadoras) tras la caída de Sito Miñanco. Por ello, ahora centran sus esfuerzos en los alijos a través de contenedor.
En ocasiones, los narcos simplemente colocan los paquetes de polvo blanco debajo de la mercancía lícita (como se ha visto recientemente en Algeciras). Para ello, sin embargo, deben tener un control muy amplio de la infraestructura portuaria.
En otras ocasiones, los traficantes ‘inyectan’ la droga dentro de las propias bananas, que a veces son de plástico, para evitar ser descubiertos cuando el contenedor pasa por un escáner. En algunos casos, simplemente colocan mochilas con droga alrededor de la carga legal. Así sucedió hace algunos años en el puerto de Marín.
Los seguimientos permitieron a los agentes en esta ocasión llegar hasta la matriz de la supuesta empresa instrumental, ubicada en el polígono industrial de San Cibrao das Viñas. Dos de sus responsables fueron detenidos allí, donde también se encontraba un ciudadano ecuatoriano afincado en Madrid. Tal vez fuese a recoger su parte del negocio.