PSdeG, con 'G' de guerra

El partido desayunó el domingo con Cancela dando por hecho que a partir de este lunes serían una piña. Esa misma jornada merendaron con las Xuventudes anunciando que harán campaña por libre y cenaron con un recurso de Santos Héctor en Pontevedra. Este lunes han amanecido con Ourense sumándose al intento de tumbar las listas y con Barcón mostrando sus recelos desde A Coruña
Fernández Leiceaga, después de posar en Santiago para una foto de grupo con miembros de las candidaturas socialistas
photo_camera Fernández Leiceaga, después de posar en Santiago para una foto de grupo con miembros de las candidaturas socialistas

"A partir de este lunes quedarán enterradas las desavenencias". Así se expresaba este domingo por la mañana en la SER Pilar Cancela, que llamaba a los suyos a dejar pasar la tormenta por las críticas a las retocadas listas socialistas. "Toca trabajar juntos", decía. Era la hora del desayuno cuando la diputada coruñesa pedía -además- a Caballero-Silva , a Sestayo y al resto de arietes del descontento que respetasen "las posiciones del partido" del mismo modo que el partido respeta sus opiniones. 

"Muy a pesar de los socialistas, los enfrentamientos que se han vivido en el seno del conglomerado de En Marea parecen una pacífica relación de poliamor comparado con el divorcio de pleno del PSdeG" 

No podía estar más equivocada la presidenta de la gestora del PSdeG. El propio domingo, a la hora de la merienda, quedó claro que el único fuego que se iba a extinguir el pasado fin de semana era el del pebetero de Río 2016. Santos Héctor, secretario provincial de los socialistas pontevedreses, anunciaba entonces la presentación de un recurso ante el procedimiento seguido por la Comisión Federal de Listas para la aprobación de la candidatura de su provincia para las autonómicas. En él aseguraba que se había "vulnerado la normativa orgánica reguladora de la selección de candidatos" y solicitaba "la anulación" y "el mantenimiento" de la candidatura aprobada por el Comité Provincial de Pontevedra.

Casi a la misma hora en la que Santos Héctor atacaba por la vía burocrática, al PSdeG se le revelaron las Xuventudes Socialistas por la vía moral. En una carta dirigida a Leiceaga -entre otros remitentes- y rápidamente filtrada a los medios, la rama juvenil de la agrupación aseguraba haberse quedado "sin voz" y sentirse "humillada" en un contexto en el que, entienden, "existen" para el partido como mera herramienta "para bajar la media de edad de la candidatura". El mayor reproche verbal hacia sus mayores que contenía la durísma carta fue, probablemente, el punto en el que aseguran a la dirección del partido de que "quizás algún día nos precisaréis y ya no estaremos, como nos ha pasado como partido con la ciudadanía". Así, el PSdeG se iba a la cama sin cenar.

Muerto el fin de semana, ameneció un lunes muy lunes para los socialistas gallegos y su imagen de cara al electorado. Raúl Fernández, secretario provincial del PSOE en Ourense, anunciaba que sigue el ejemplo de su homólogo pontevedrés y se suma al más que probable estéril intento de tumbar las listas. Siguiendo para bingo, la responsable de la Agrupación Socialista de A Coruña, Mar Barcón, manifestaba que las listas de las elecciones autonómicas tenían que haberse hecho con "consenso" y aunque llamaba a la calma al solicitar que no haya "más daño" a nivel interno del que hay, no podía evitar recordar ante los medios que ella hizo un "llamamiento a que se gestionaran las listas definitivas de forma inteligente, desde el acuerdo". "Cuando se elige otro camino es difícil que lo que resulte sea un acuerdo, un consenso", añadía.

Ante tal panorama podemos hablar de un doble milagro. El primero explicaría el hecho de que, dado el ambiente, tan sólo cinco candidatos hayan plantado el pasado sábado a Leiceaga en la foto de familia -tres de Pontevedra y dos de Ourense-. El segundo milagro parece que es, muy a pesar de los socialistas, que los enfrentamientos en el seno del conglomerado de En Marea parecen una pacífica y llevable relación de poliamor frente al divorcio de pleno que viven en el PSdeG. Pocas veces han estado tan faltos de flores y sobrados de puños.

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