El Race alerta de que el cobro en autovías volvería a disparar los muertos en carretera

Tres de cada cuatro conductores optarían por regresar a vías convencionales para no pagar
Autovía del Noroeste a su paso por Begonte. GOOGLEMAPS
photo_camera Autovía del Noroeste a su paso por Begonte. GOOGLEMAPS

"Tres de cada cuatro conductores se negarían a pagar peajes en autovías" si el Gobierno central sacase adelante esta controvertida iniciativa que ya ha hecho llegar a Bruselas. Y la consecuencia es que, según arroja una encuesta del Real Automóvil Club de España (Race), "ocho de cada diez automovilistas regresarían a las vías convencionales de un carril en cada sentido", que en la comunidad concentran casi un 90% de los accidentes mortales —en España este letal porcentaje se sitúa en el 78%—.

De hecho, el Race no pasa por alto la preocupante realidad vial gallega, ya que advierte de que el hipotético cobro en autovías afectaría especialmente a tres territorios: Galicia, Asturias y Aragón. Son las que concentran más puntos negros de siniestralidad en sus carreteras convencionales y por ello considera el Race que serían las más perjudicadas por el cobro, que volvería a llenar de tráfico las viejas y sinuosas nacionales.

Cabe recordar, además, que aunque la muestra del estudio que refleja el rechazo frontal de los conductores a la medida está tomada en el conjunto estatal, sin diferenciar a los encuestados por comunidades, uno de los temas que marca la agenda gallega de infraestructuras es la rebaja de los peajes en la AP-9, que el Ejecutivo estatal acaba de prometer que llegará el próximo mes de julio en forma de bonificaciones. Con estos descuentos —y la pretendida transferencia a la Xunta— en el disparadero mediático, la extensión de las cabinas de cobro a las autovías generaría un rechazo si cabe mayor que en otras comunidades.

Desde el punto de vista gallego, con un uso de las autovías lejos de generalizarse por el arraigo de los conductores a usar las carreteras tradicionales sobre todo en trayectos cortos y en los entornos rurales, la medida anunciada por el Ejecutivo estatal podría suponer un retroceso en materia vial, vaciando algunas autovías como la A-8 o A-54 que, ya siendo gratis, están muy lejos de registrar el tráfico para el que fueron diseñadas.

544 KILÓMETROS EN RIESGO. ¿Qué vías podrían verse afectadas en Galicia? La A-6, que conecta la comunidad con Madrid con 166 kilómetros gallegos que discurren sobre todo por la provincia de Lugo; la A-52 o Autovía das Rías Baixas, que también acerca Galicia a la Meseta pero por el sur, con 191 kilómetros; los 30 kilómetros periurbanos de la A-55 entre Vigo y Tui; los 89 kilómetros de la A-8 entre Ribadeo y Baamonde y los 68 que están transitables de la A- 54 entre Santiago y Lugo, a falta del tramo Arzúa-Palas previsto para el año que viene.

Son, en cómputo total, 544 kilómetros gratuitos que podrían dejar de serlo si sale adelante la medida del Gobierno, a expensas de la construcción de la ansiada autovía entre Lugo y Ourense (A- 56), que de momento se atisba con las luces largas en la agenda del Ministerio de Transportes.

Más de medio millar de kilómetros de vías vertebrales para Galicia como la A-6, A-52 o A-8 podrían dejar de ser gratis

BAJADA DE LA SINIESTRALIDAD. En Galicia hubo que lamentar 70 óbitos en carretera el año pasado, en el que la pandemia disminuyó el tráfico a niveles históricos. Con todo, la comunidad lleva un lustro con el contador de muertes por debajo del centenar, balance que todavía está muy lejos de ser aceptable pero deja atrás los más de 200 fallecidos de principios de siglo. Una buena senda que podría "revertirse", advierte el Race.

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