El Rambo gallego huye de la prisión de Monterroso durante un permiso

Alfredo Sánchez Chacón fue condenado en 2002 a 17 años de cárcel por matar a un joven en un pub de Cuntis. A lo largo de su dilatado historial protagonizó otras dos míticas fugas, una de ocho años por A Mariña y otra por el sur de Galicia
Sánchez Chacón, a la entrada de un juicio en 2001. AEP
photo_camera Sánchez Chacón, a la entrada de un juicio en 2001. AEP

Alfredo Sánchez Chacón, conocido como el Rambo gallego por su capacidad para vivir en la clandestinidad superando las situaciones más adversas, aprovechó el permiso penitenciario del que disfrutó el pasado puente de San José para no regresar a la prisión de Monterroso, donde cumple condena por un dilatado historial delictivo, como el asesinato de un joven en un pub de Cuntis al que disparó a sangre fría con un Colt del calibre 38.

Este exlegionario, que aprendió en el Ejército diversas técnicas de supervivencia, fue en la década de los 90 uno de los delincuentes más buscados en Galicia.

Su primera gran fuga duró de 1989 a 1997 hasta que lo detuvieron en un pub de Xove. En A Mariña fue donde pasó gran parte de aquella escapada. En ese periodo se decía de él que era capaz de comer en el monte cosas que "hasta las cabras vomitarían" y que llegaba a dormir bajo el tendido de alta tensión para evitar que los helicópteros que los buscaban se acercasen.

Aquella fuga acabó cuando la Guardia Civil lo localizó en un prostíbulo de Xove. Sin embargo, tras el arresto, no tardó en protagonizar otra fuga de película, esta vez con otro conocido delincuente, apodado Canceliñas, que lograron abandonar la cárcel de Vigo en 1997 tras trenzar varias sábanas, saltar por la ventana y salir por la puerta principal del penal. Aquella aventura solo duró cuatro días, hasta que lo encontraron en un club de alterne de Ribadavia.

En 2002, Sánchez Chacón fue condenado a 17 años de prisión por matar con su Colt del calibre 38 a un joven en un pub de Cuntis. Desde hace aproximadamente ocho años, el Rambo gallego estaba interno en la prisión de Monterroso. Según fuentes del centro penitenciario, su comportamiento allí era bueno, y aunque mostraba un carácter reservado, era trabajador y nunca protagonizó incidentes con otros presos.

Es por ello que esta última fuga ha causado sorpresa, no solo por su edad, actualmente tiene 63 años, sino porque estaba a punto de cumplir buena parte de su condena, que superaba los 25 años al acumular otros delitos, y próximamente iba a ser puesto en libertad condicional.

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