Gallegos en el extranjero denuncian que no han podido votar por retrasos burocráticos

Lamentan que la documentación que contiene la clave para solicitar el voto rogado les ha llegado días después de vencer el plazo disponible
Una persona deposita su papeleta en una urna. SALVADOR SAS (EFE)
photo_camera Una persona deposita su papeleta en una urna. SALVADOR SAS (EFE)

Las dilaciones en el procedimiento administrativo han impedido que algunos ciudadanos gallegos que residen en el extranjero vayan a poder participar en las elecciones autonómicas del próximo 12 de julio. Es el caso de Paula Sánchez, a quien la documentación para solicitar el voto rogado le llegó a su domicilio en Belfast este miércoles a pesar de que el plazo para tramitarlo, según se explica en los propios papeles, finalizó el día 13 de este mes, es decir, cuatro jornadas atrás.

"La verdad es que nunca dan mucho margen, pero esta es la primera vez que me ha llegado con el plazo vencido", explica esta lucense que lleva siete de sus 32 años siendo vecina de la capital de Irlanda del Norte. De hecho, de cara a las elecciones convocadas para el pasado 5 de abril, luego suspendidas por la pandemia de Covid-19, todo el papeleo le llegó "bien y en plazo", al igual que en los comicios autonómicos de 2016. Sin embargo, esta vez ya no podrá ejercer su derecho al voto.

"Es un poco una sensación de desamparo: se ha pasado el plazo y no hay más", lamenta la joven, que incide en que, además, se trata de una cuestión en la que ella no tiene culpa alguna por negligencia o porque estuviera ausente en casa y no pudiera recoger el envío. 

"Deberían ampliar el plazo para evitar todos estos accidentes", sentencia Sánchez, que añade que no es la única que no podrá expresar su opinión política, puesto que otra gallega afincada en Belfast y originaria de Vigo se encuentra en la misma situación al no haber recibido el paquete postal hasta el miércoles. Y en otras partes del Reino Unido también se dan casos semejantes, como confirma la mindoniense Vanesa Falcón, residente en Cambridge, a quien también le llegaron los preceptivos documentos fuera de plazo, en concreto este lunes.

ANTICUADO. Según recuerda Sánchez, para que una persona reciba la documentación necesaria para votar precisa registrarse antes como residente en el extranjero, un requisito que ella cumple "desde hace muchos años". Eso significa que, cada vez que hay elecciones, recibe en casa este escrito en el que, fundamentalmente, se aportan las instrucciones para pedir el voto rogado, con una contraseña personal que debe introducirse en una web oficial. Una vez solventado este paso, se envían las papeletas electorales por correo hasta su domicilio y el votante debe luego remitirlas por correo.

"El mecanismo de por sí no es que sea muy práctico, si me hubiese dado tiempo a rogar el voto tenía que sacar foto de los documentos, adjuntarlos a las papeletas, enviarlos a la embajada para que de allí los manden a la junta electoral... es un poco antiguo", reflexiona la joven, que critica asimismo la falta de facilidades que se ofrecen, sin un soporte de ayuda o un contacto directo a quien recurrir ante eventuales problemas o incluso, como en este caso, para presentar reclamaciones. "Siempre estamos contrarreloj y es una lástima, porque no estamos al otro lado del mundo", concluye.

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