'Salvemos Cabana' pide a la CE una posición ''coherente'' sobre la mina

La plataforma ciudadana "Salvemos Cabana" ha pedido por escrito al comisario europeo de Medio Ambiente, Janez Potocnik, una posición "responsable" y "coherente" contra el proyecto para instalar una mina de oro a cielo abierto en la localidad de Corcoesto, en A Coruña.

El proyecto minero de Corcoesto, ha señalado la plataforma en un comunicado, se contradice directamente con la resolución del Parlamento Europeo que considera que "la degradación ambiental -contaminación atmosférica, ruido, sustancias químicas, mala calidad del agua y degradación de ecosistemas- es un factor importante en el aumento de las enfermedades crónicas".

En esa resolución el departamento dirigido por Potocnik pide "un uso eficaz y sostenible de los recursos" ya sean energéticos o no energéticos, "como el agua, los ecosistemas y la diversidad biológica".

La plataforma ha insistido en los peligros que entraña la instalación de la mina aludiendo a casos como el Aznalcóllar o en Baia Mare (Rumanía) que llevaron a la Unión Europea a dictar una resolución en la que recomiendan a los estados miembros que "no presten apoyo, de forma directa o indirecta a ningún proyecto minero en la UE en el que se empleen tecnologías mineras a base de cianuro".

"Consideramos que Potocnik debería valorar si un proyecto minero como el que la empresa canadiense Edgewater pretende instalar a cielo abierto en la Comarca de Bergantiños es el ideal de sostenibilidad que persigue la UE para el desarrollo de sus estados miembros", ha señalado la plataforma.

El proyecto cuenta con la aprobación de la Declaración de Impacto Ambiental (DIA) de la Consellería de Medio Ambiente de la Xunta, paso previo para la tramitación de la iniciativa como "Proyecto Industrial Estratégico", una declaración que la oposición ha pedido que no otorgue.

Distintas organizaciones ecologistas y plataformas ciudadanas han advertido de los peligros ambientales y para la salud que suponen este tipo de instalaciones y dudan de la rentabilidad económica para la comarca, ya que cifran en más de 1.300 empleos agrícolas que se podrían perder.

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