El gerente del Servizo Galego de Saúde (Sergas), Antonio Fernández-Campa, aseguró este domigno que prácticamente el 65% de los brotes registrados en Galicia son "importados", esto es, tienen su origen en personas "que se desprazaron a outros territorios e logo volven a Galicia" o ciudadanos que "se trasladan" a la comunidad desde otras zonas en las que habitan. En una entrevista concedida a la Cadena Ser, el representante de la Consellería de Sanidade abogó por establecer medidas para que estos rebrotes de la enfermedad "sexan o máis restrinxidos posible", al tiempo que llamó al Gobierno central a mejorar el control en las fronteras para detectar los casos importados de otros países.
Se trata, dijo, de una necesidad que se plantea de forma recurrente en las reuniones semanales que el Sergas mantiene con el Ministerio de Sanidad y que constituye en estos momentos "a maior preocupación" del Ejecutivo gallego. Fernández-Campa explicó que algunos positivos detectados son de personas que llegaron a bordo de vuelos internacionales a terminales españolas sin que "en ningún dos casos" se diese aviso a la Xunta de que sufrían síntomas o podían ser sospechosos de estar contagiados. "Entendemos que o control de fronteiras é difícil, pero temos que repensalo", recalcó, tras lo que puso como ejemplo el registro de viajeros implantado por Sanidade, que en su primera semana en funcionamiento superó los 107.000 inscritos.
Partidario de aplicar medidas "cirúrxicas" en determinadas zonas en lugar de tener que recurrir a un nuevo confinamiento, preguntado por si se puede sostener que Galicia afronta una segunda oleada del virus, el gerente del Sergas replicó que en este momento toca "estar preocupados polo incremento da incidencia e facer un seguemento continuo".
Con una incidencia acumulada en los últimos 14 días que se sitúa en Galicia en 13,67 casos por cada 100.000 habitantes, con un promedio de 33, el área sanitaria de A Coruña preocupa especialmente, aunque está lejos del promedio español, de 75,29.
Tras los brotes registrados en Meicende (Arteixo) y Vimianzo, que obligaron a aplicar medidas restrictivas como el cierre del ocio nocturno o la suspensión de las visitas a residencias de la tercera edad y la clausura de los centros de día, esta zona concentraba en la mañana del domingo el 51% de los casos activos en Galicia, con 302 pacientes en seguimiento, 56 más en 24 horas. Por ello, el Sergas revisará de forma periódica si las limitaciones impuestas el sábado "son suficientes".
Con los brotes relacionados con el gimnasio de Meicende y el de Vimianzo estabilizados con 58 y siete casos detectados, en las últimas horas se realizaron 520 PCR a los contactos de los contagiados en Arteixo, en tanto que se están rastreando nuevos contactos de los infectados en la Costa da Morte para medir el alcance del caso. Entre tanto, en la residencia Domusvi del barrio coruñés de Matogrande, el número de usuarios infectados se elevó ayer de uno a tres después de que este sábado el virus volviese a entrar en la red gallega de atención a los mayores, que llevaba desde el 30 de junio libre de Covid. A estos enfermos se suman sendos trabajadores que también han dado positivo en residencias de Xove y Paradela.
En total, Galicia alcanzó este sábado los 12.640 contagios confirmados, de los cuales 11.428 están curados y 621 han fallecido.
TEMOR AL CONTAGIO. El colectivo, que ya veía insuficiente el protocolo presentado en julio, incide en que la OMS ya avisa de que «reabrir las escuelas» en países con una transmisión alta del virus «solo va a empeorar la situación»
