Un año después de sufrir una brutal agresión en Nigrán, Nacho Martíns ha compartido la "oscuridad" en la que vive desde entonces, para pedir "justicia" y agradecer el apoyo. El joven ha relatado a través de las redes sociales cómo han sido estos meses y las secuelas que sufre, por las que asegura verse "en un pozo sin salida". "Mientras los salvajes que me intentaron matar siguen disfrutando de su vida".
A través de la voz de su madre, que ha denunciado públicamente su caso en las últimas semanas, el relato de Nacho también protagonizó la concentración que reunió este lunes en Nigrán a varios centenares de personas para pedir justicia. Es lo que reclama él: "Por mí y por los que se han quedado por el camino".
El joven, que fue agredido por seis personas, muestra ahora las consecuencias de la paliza con imágenes y con palabras. "Psicológicamente no estoy bien, pero esto todo que esta pasando quizá pueda ayudarme mucho", explica, al tiempo que da las "gracias por todo de corazón" a quienes le han demostrado su apoyo.
"Me veo en un pozo sin salida, solo veo oscuridad mientras los salvajes que me intentaron matar siguen disfrutando de su vida", explica
Tras un año que ha pasado "prácticamente" en su habitación, estas son sus primeras publicaciones desde agosto de 2020, por "la vergüenza a la cicatriz, a llevar gafas, y uno y mil problemas que tengo…". Los físicos son muchos, pero "los peores, sin duda alguna, son los daños psicológicos".
"Supongo que después de que te sigan varias 'personas' al grito de "te vamos a matar hijo de puta", caerme en un pozo por la desesperación de escapar, seguir corriendo por el monte... Son daños psicológicos que me perseguirán por mucho tiempo", explica.
