Sito Miñanco, encargado de un párking en Algeciras

El famoso capo trabaja en la localidad gaditana desde que obtuvo el tercer grado, en donde conduce un lujoso BMW y cuenta que quiere irse de España y que estuvo en Galicia en Año Nuevo, según El Mundo
Una de las últimas imágenes de Miñanco, tras ser detenido en relación con un narcotransporte
photo_camera Una de las últimas imágenes de Miñanco, tras ser detenido en relación con un narcotransporte

José Ramón Prado Bugallo es encargado de un aparcamiento en Algeciras. El cambadés, al que todo el mundo conoce como Sito Miñanco, el histórico contrabandista y narcotraficante, ha cambiado la ría de Arousa por el estrecho de Gibraltar, donde lo localizó La otra crónica de El Mundo.

Según el suplemento dominical, después de que le fuese otorgado en abril de 2015 el tercer grado, Miñanco, de 61 años, se trasladó a la localidad gaditana, donde es el jefe de un párking de varias plantas. Aunque su nuevo lugar de trabajo sea lúgubre, el que fuera uno de los grandes capos gallegos junto a Laureano Oubiña y a los Charlines se mueve al salir en un BMW de alta gama.

"Quiero salir de España", explica a El Mundo el narco, que relata que estuvo en Galicia por última vez en Año Nuevo y niega que el juez le haya prohibido regresar a su tierra, sino que simplemente valoró positivamente que la oferta de trabajo que le allanó el tercer grado le llegase desde fuera de la comunidad. Y es que en 2013 ya le había sido rechazado porque la oferta que presentó era de bateeiro en la ría, y la Justicia consideró inapropiado que el capo volviese a la tierra donde hay tantas víctimas de las drogas, toda una generación perdida.

En cualquier caso, Miñanco volverá pronto a Galicia. Y es que el juez y el fiscal dieron por cerrada recientemente la fase de instrucción del proceso por blanqueo de capitales que, impulsado por la Fiscalía Provincial de Pontevedra, desembocará en los próximos meses en un juicio que tendrá lugar en el Pazo de Xustiza de la capital provincial, un lugar que, por extraño que parezca, aún no ha pisado el narcotraficante cambadés.

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