Sobrevivir a los centros comerciales tiene premio

Las tiendas centenarias, la "historia viva de Galicia", que han sobrevivido a crisis, guerras y a las grandes superficies comerciales, han mostrado su orgullo por recibir un reconocimiento institucional entregado por la Xunta al trabajo de generaciones.

Los afortunados, pueden presumir de cientos de años de historias. El comercio más antiguo es una  farmacia de Betanzos. Casi trescientos primaveras de antigüedad y nueve generaciones sosteniendo el negocio. Le sigue en antiguedad una panadería, 127 años. El tercer puesto se lo lleva Rianxo, donde una librería permanece al pie del cañón desde 1904. El último premio es para uno de esos establecimientos que rozan el peligro de extinción, un ultramarinos, abierto en Tui a finales del siglo IX. Estos cuatro establecimientos fueron gaarnodados gracias a una iniciativa de la Xunta, puesta en marcha durante todo el pasado año.

A semana do teu comercio. Un comercio, unha historia se desarrolló en cada centro comercial abierto de Galicia en 2013 para destacar, en cada uno de ellos, la tienda de mayor trayectoria. Locales que han sabido adaptarse al paso del tiempo a través de la calidad y el trato al cliente.

En un acto celebrado en el Museo do Pobo Galego al que asistió el conselleiro de Economía e Industria, Francisco Conde, se destacó el trabajo de estos comercios, solo uno de ellos ubicado en una de las grandes ciudades y que han sostenido generaciones.

Así, el comercio más antiguo es la antigua botica Couceiro de Betanzos, de cuya existencia se tiene constancia documental de 1719 y por la que han pasado nueve generaciones de la misma familia. Su actual propietaria, María Sánchez, recordó la trayectoria del establecimiento, que mantiene su estética centenaria. Aludió de manera especial a uno de sus tíos, que en épocas de penuria, como en la Guerra Civil, siempre ofreció desde su botica "un remedio y un consuelo" a sus clientes.

Por distintas categorías, el premio al establecimiento de alimentación más antiguo recayó en Alimentación Alonso, de Tui, un negocio fundado en 1890 y al frente del cual está la cuarta generación.

En joyería, el premio fue para Villar, de Cambados, que echó a andar en 1880.

También fue galardonada la librería Cándido de Rianxo un negocio familiar que abrió en 1904 y por cuyas vitrinas pasaron desde libros de Castelao a tebeos.

Indalecio Moda, de Cangas, la tienda más antigua del textil gallego, que data de 1860, también recibió un premio.

En la categoría de panadería, el reconocimiento fue para Manolo da Morena, de Lalín, con más de 170 años de trayectoria y que llegó a la quinta generación. En un emotivo acto, uno de sus actuales propietarios tuvo, como el resto de premiados, un recuerdo para sus antepasados, para "los que no están" y que supieron llevar adelante el negocio, así como para todos los panaderos que trabajan "duramente" cada día.

La farmacia de A Coruña y esta empresa de panadería son, respectivamente, los establecimientos más antiguos de las provincias de A Coruña y Pontevedra, mientras la confitería Madarro, fundada en 1891, y que sigue mejorando sus pasteles y otros productos dulces de manera artesana, ha sido la premiada con más años de Lugo.

En Ourense, el establecimiento más antiguo premiado fue Ricardo Terán, una tienda de O Barco de Valdeorras especializado en productos del campo, que tiene su origen en 1881.

El conselleiro de Industria, ante unos premiados que recibieron los galardones con emoción y recordando todos ellos a los antepasados que con esfuerzo trabajaron por implantar el negocio, apuntó que no es casual que el acto se celebrase en el Museo do Pobo Galego, puesto que estas tiendas forman parte de la "historia viva de Galicia".

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