Sólo el 14% de los radares en Galicia están en puntos negros

Sólo el 14% de los radares fijos que la Dirección General de Tráfico (DGT) tiene ubicados en las carreteras gallegas coincide con un punto negro de acumulación de accidentes, según el informe hecho público por la organización Automovilistas Europeos Asociados (AEA). Galicia se sitúa así como la octava comunidad autónoma de España en la que menos coincidencia hay entre radares y puntos negros.

En el cómputo estatal, la coincidencia se sitúa en un 26,9%, siendo las autonomías de Canarias (68,7%), Cantabria (87,5%), Baleares (75%) y Madrid (61,7%) las únicas que cumplen con el umbral mínimo de coincidencia de situar al menos la mitad de los radares en un punto negro (50% o superior).

La autonomía con peores índices de coincidencia es La Rioja, en la que ninguno de los radares fijos de la DGT está situado en un punto de alta siniestralidad. Le sigue Aragón (con un 8,3% de coincidencia), Castilla-La Mancha (10%), Extremadura (10,5%) o Castilla y León (11,8%).

Desde la AEA alertan de la ineficacia en la colocación de los radares, resaltando datos como que, en Galicia, el 86% de los aparatos se hayan colocado en lugares con mínima o nula siniestralidad. "Lo cual podría explicar el escaso éxito que han tenido los radares en la evitación de los accidentes ocurridos en puntos negros", recalcan.

Lugo y Ourense, coincidencia cero

En el caso de las provincias gallegas, las de Lugo y Ourense son las que más perjudicadas resultan en la comparativa realizada por la AEA. Así, en el caso de Lugo, el informe determina que no existe ninguna coincidencia entre los 10 puntos negros contabilizados y los 12 radares colocados en la provincia. En el caso de Ourense, con tres puntos negros y 12 radares, la coincidencia es también nula.

Por lo que respecta a la provincia de Pontevedra, la coincidencia es la de mayor porcentaje de la Comunidad gallega: un 25%. Es decir, de los 16 radares ubicados en las carreteras pontevedresas, cuatro están colocados en alguno de los cinco puntos negros existentes.

La provincia de A Coruña presenta unos niveles de coincidencia similares a los de Pontevedra, con un porcentaje del 23,5%. Así, cuatro de los 30 puntos negros detectados en sus carreteras cuentan con un radar fijo de control de la velocidad, del total de 17 habilitados por la DGT en esta provincia.

No sólo recaudar

La asociación llama a las autoridades de Tráfico a rediseñar el mapa donde deben colocarse los puntos fijos de control de la velocidad, buscando siempre los puntos negros. Atendiendo a la tipología de las vías, las carreteras convencionales son las más afectadas por la siniestralidad, con un 58,4%. Le siguen las autovías (con un 34,9%), siendo muy poco significativos aquellos puntos negros localizados en autopistas de peaje (0,4%) y en las autopistas libres (5,9%).

No obstante, señalan desde la organización, los radares se han ubicado mayoritariamente en autopista y en autovía (con un 52% del total). Por ello, advierten, la ubicación actual de los radares despierta la sospecha de que "este importante sistema de prevención de los accidentes se está convirtiendo en un mero instrumento de recaudación".

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