Suspendido un juicio por abusos sexuales tras la renuncia de la defensa

La vista en la Audiencia de A Coruña ha quedado fijada para el 12 y el 13 de junio

La sección segunda de la Audiencia Provincial de A Coruña ha suspendido el juicio por abusos sexuales y tolerancia de la corrupción de una menor, señalado para este martes, a causa de la renuncia del abogado defensor de la madre de la víctima. La acusada no designará ningún abogado por lo que se le asignará uno de oficio. La vista ha quedado fijada para el 12 y el 13 de junio.

Los acusados son un hombre y una mujer, madre de la víctima, para los que la Fiscalía pide once años y seis meses de prisión por un delito continuado de abusos sexuales, en caso del varón, y para madre por cooperadora necesaria. Alternativamente, en caso de optarse por una condena por delito de tolerancia de corrupción para su hija menor, el fiscal solicita para la madre una pena de seis meses de prisión.

Los hechos por los que se les acusa se remontan a 2013 cuando un matrimonio, con una hija en común, abrió un negocio en A Coruña y un antiguo amigo les ayudó a llevarlo. Tal y como relata el escrito del fiscal mientras la relación del matrimonio se deterioraba, aumentaba la confianza e intercambio de confidencias entre la esposa y el amigo de ambos.

El fiscal mantiene que el acusado consciente de "la afición" que la madre de la menor "tenía por la astrología, las consultas a videntes, la brujería y los temas esotéricos" se aprovechaba de ella para obtener regalos y una cantidad mensual de 500 euros por la "ayuda" que les prestaba en el comercio, todo ello a espaldas del marido. Tal y como mantiene la acusación pública el acusado mantenía engañada a la mujer, desde hacía siete años haciéndose pasar por una persona con poderes paranormales "que le habían sido traspasados supuestamente por un chamán ya fallecido".

El acusado comenzó a enviar correos electrónicos a la mujer haciéndose pasar por un brujo de un poblado africano indicándole que se portase bien con el acusado y le concediese todo lo que le solicitase. Según la Fiscalía, el acusado que "había comenzado a sentirse atraído por la menor" trató de ganar también su confianza y "de embaucarla de un modo parecido al que había empleado con la madre" con el objetivo de llegar a mantener con ella relaciones sexuales.

Según se desprende del escrito de Fiscalía, el acusado hizo creer a la menor que ella era la reencarnación de una diosa mitológica y que él era su esposo. Para ello procedió de la misma manera que con la madre y comenzó a enviar correos a la menor haciéndose pasar por dicha diosa con el fin de que la niña tuviese una imagen idealizada de él, señala la Fiscalía.

En su escrito, el ministerio público mantiene que la madre no puso ningún obstáculo al acercamiento amistoso y sentimental que observaba entre su hija y el hombre. A este respecto, para la acusación pública la madre no solo no osbtaculizó esta amistad sino que "de hecho la fomentó, obligando a la menor a acudir a la tienda a estar con él incluso cuando a la niña no le apetecía". Tampoco "trató nunca de cortar la relación que a través de los correos electrónicos mantenían ambos", señala la fiscalía.

El relato de acusación indica que "llegado el momento en que la menor estaba casi persuadida para empezar a mantener relaciones íntimas" con el acusado, el hombre "comenzó a escribirle consejos sobre el modo en que debía acceder a darle besos, a compartir caricias, a desnudarse ante él".

La niña "temerosa de las calamidades para su familia y para el negocio" que la supuesta diosa le había anunciado en caso de romper vínculos con el acusado "se sometía a la voluntad de éste para dar rienda suelta a sus instintos libidinosos". Finalmente, el padre de la víctima descubrió los correos electrónicos que una y otra habían intercambiado con el acusado, averiguando "todas las manipulaciones de las que había sido víctima la menor".

La Fiscalía mantiene que la mujer "obligada por dicho descubrimiento, y a fin de aparentar ante las autoridades que había sido completamente manejada" y que no había sospechado nunca de los contactos sexuales entre su hija y el acusado, acompañó a su esposo a interponer la denuncia. El acusado fue detenido y puesto en libertad tras declarar ante la Guardia Civil; actualmente tiene impuesta una orden de alejamiento de la menor de 200 metros.