Ahora que se van a cumplir veinte años del naufragio del Prestige, a Taciana Díaz Mariño, una reportera de Antas, se le viene a la cabeza el recuerdo de sus pies empapados de chapapote en Laxe mientras que Rajoy, entonces portavoz del Gobierno, aseguraba que eran "hilillos de plastilina". Ella fue la primera periodista en verlo y contarlo. Lo hizo a través de Telecinco. Su trabajo mereció un premio Ondas.
Vistas las cosas, ¿fue usted quien se atrevió a discutirle a Rajoy que lo del Prestige no eran unos simples hilillos de plastilina?
Sí, fui yo, pero por casualidad y trabajo. Estaba haciendo un reportaje con unos marineros de Laxe y veo a una mujer gritar, señalando hacia el mar. Bajé a la playa y metí mis pies en el chapapote. ¡Aquellos hilillos eran hilazos! Y fui la primera periodista de España que enseñó el chapapote llegando a la costa.
¿Hasta qué punto fue la prensa necesaria para que no se encubriese lo que estaba pasando?
La labor que hizo Telecinco, en concreto, fue imprescindible. Era uno de los pocos medios libres que había en el Gobierno de Aznar. Después, yo conocía la zona y sabía cómo llegar a todos los sitios en un tiempo en el que no existía Google Maps y no había móviles inteligentes para enviar fotos o vídeos, ni redes sociales. Está claro que sin periodismo, el movimiento Nunca Máis no hubiese existido.
¿Encendió usted la llama de lo que sería el Nunca Máis?
Yo ayudé, pero no la encendí. Recuerdo una entrevista que le hice a Jairo, un niño de 10 años, del colegio de Malpica. En la redacción me dijeron si no había otro analista mejor pero, al final, sus declaraciones fueron publicadas en varios medios. Incluso Iñaki Gabilondo echó mano de ellas. Y yo diría que Jairo, con lo que dijo, fue quien encendió la llama del Nunca Máis.
¿Pensó, en algún momento, que por aquellos días de intenso trabajo le darían, tiempo después, un premio Ondas?
No, solo pensaba en trabajar noche y día, en la pena que tenía en ver playas totalmente negras y en el pescado que que ya no se podía saborear. No pensaba en hacer un gran trabajo periodístico sino en ponerle solución al problema.
¿Le hicieron ofertas para marcharse fuera de Galicia tras el premio?
No, al contrario. Telecinco nos despidió a mí y a otra gente y nos obligó a un mes de paro para irnos después a una productora.
¿Fue el Prestige el acontecimiento más importante que cubrió?
El Prestige marcó mucho mi carrera pero también el año pasado me tocó cubrir la erupción del volcán de La Palma y viví en primera persona las evacuaciones y aquel aire irrespirable.
¿Siempre quiso ser reportera o, a estas alturas, le queda alguna espina clavada en su carrera?
De pequeña, quería ser arquitecta, dentista y diseñadora de moda pero en el IES Xoán Montes me suspendió un profesor de Matemáticas, al que no le guardo rencor, y cambié de opinión. Y hasta segundo de BUP no pensé en ser periodista. Creía que era demasiado tímida y aún lo soy.
¿Y lo de diseñadora?
Hacía diseños en mis apuntes de Periodismo... y ahora compro la ropa y la arreglo yo a mí manera, como hacía mi abuela Otilia con su máquina de coser.