"Tengo mucho apoyo de la militancia y las pilas cargadas para asentar este proyecto"

GONZALO CABALLERO ► Cumple tres años al frente del PSdeG, tiempo en el que lo situó "en su mejor momento desde 2009", asegura. Ahora, sin elecciones a la vista, quiere apuntalar su proyecto, en el que admite que lo más difícil fue vencer la resistencia de las baronías y los poderes tradicionales del socialismo gallego. Y advierte de que "vienen curvas" con la crisis económica.
Gonzalo CAballero Míguez (Ponteareas, 1975), en su despacho del ârlamento de Galicia. PEPE FERRÍN (AGN)
photo_camera Gonzalo Caballero Míguez (Ponteareas, 1975), en su despacho del Parlamento de Galicia. PEPE FERRÍN (AGN)

Cumple tres años al frente del PSdeG. ¿En qué cambió el partido?

El partido venía de una etapa de fragilidad y, tras tres años de trabajo muy intenso, conseguimos reforzar el proyecto, la organización y la presencia en Galicia.

¿Qué fue lo más difícil?

Fui un candidato que ganó las primarias con el apoyo de la militancia pero sin el respaldo de las baronías y las estructuras clásicas de la organización, así que hubo que adaptar el conjunto del PSdeG a un secretario general con una larga trayectoria como militante que iniciaba una etapa de cambio. Esa renovación necesita tiempo para madurar, asentarse y florecer.

¿Se siente respaldado?

Me siento inmensamente apoyado por la militancia y los votantes del PSdeG. Todos trabajamos para conseguir un clima de buena relación entre el secretario general y el conjunto de cuadros del partido y entre todos conseguimos que el PSdeG esté en su mejor situación desde 2009. En tres años al frente del partido y uno en el Parlamento puse en marcha el motor del PSdeG y ahora toca acelerar.

Soy el líder del PSdeG con mejor resultado de la historia en generales y municipales; y subimos dos puntos en las gallegas

Estos fueron tres años de maratón electoral. ¿Espera a partir de ahora una etapa más tranquila?

La actividad política en 2019 y 2020 fue intensísima. No paré de trabajar para afrontar los retos electorales, que se agravaron con el coronavirus. Conseguimos los mejores resultados de la historia del PSdeG en generales y municipales y superamos la senda de retrocesos electorales que arrastrábamos desde 2009 en las autonómicas al incrementar el apoyo de un 17% a un 19%. Cierto que el resultado fue insatisfactorio, pero la crisis del covid lo cambió todo porque paralizó las tendencias electorales que venían de 2019.

Con la perspectiva que da el tiempo, ¿cómo explica hoy en día el resultado del 12 de julio?

El primer dato que hay que ver es el desplome de la participación. Solo acudió a las urnas el 48% de los gallegos con derecho a voto, o un 58% si hablamos de los residentes. Eso significa que la participación cayó cinco puntos sobre 2016, donde ya fuera muy baja. Yo como candidato siempre trasladé la importancia de conseguir una movilización alta, porque nosotros, igual que le ocurre al PSC, funcionamos bien en generales y municipales pero en las autonómicas la gente no nos vota tanto. En marzo teníamos niveles de movilización importantes, pero la crisis sanitaria devolvió el escenario electoral a la situación previa. Las prioridades cambiaron y, como confirma el CIS, hubo miedo al virus ya que una parte importante de gallegos no votó, lo que castigó al PSdeG más que a cualquier otro.

El CIS también dice que 8 de cada 10 gallegos repetirían su voto.

También dice, curiosamente, que solo un 24% de los encuestados dice haber votado al PP. Quiero decir con esto que hay que tomar las encuestas con rigor, pero sabiendo que por ejemplo todas, y yo vi más de 50, fallaron en sus previsiones del 12-J. La dinámica electoral de Galicia y Euskadi fue idéntica: los partidos gobenantes se asentaron, el PSOE subió un punto y medio, Podemos y sus aliados se desplomaron y creció el nacionalismo rupturista de BNG y Bildu.

¿Rompió el mal resultado del 12-J la paz interna en el PSdeG?

Hay gente que vive nerviosa siempre. Pero yo, en 20 años de militancia, estoy acostumbrado y conozco bien esos nerviosismos que al final siempre buscan algún interés particular. Yo tengo un planteamiento de la política como servicio público y mi único compromiso es con el partido y con Galicia. Estoy con las pilas cargadas para asentar a un PSdeG llamado a ser la alternativa al PP. Y los militantes también saben que cambiar de entrenador cada temporada no es buena práctica.

En este partido hay quien vive siempre nervioso y en la trinchera, pero es gente que solo mira por su propio interés

Entiendo que espera agotar su mandato con tranquilidad.

Soy el secretario general con mejor resultado en generales y municipales y subimos en las autonómicas tras haber perdido diez puntos en 2012 y tres en 2016. Y soy de los pocos candidatos que tuvo que ir a elecciones en medio de una crisis sanitaria de esta magnitud. Así que podemos presentarnos con dignidad delante de nuestros votantes y de toda Galicia.

Hubo recientes dimisiones en su ejecutiva. ¿Fue por el 12-J?

Hacemos cambios en la ejecutiva de forma continua. Lo dejaron los representantes de Cambre y Baralla e incorporamos a otra gente. Todo para fortalecer el partido.

¿Siente más hostilidad del PSdeG en A Coruña? Parece que le cuesta imponer su modelo allí.

Conozco bien el partido y aquí algunos viven siempre en la trinchera. Los resultados en A Coruña y Lugo no fueron tan buenos como los de Ourense y Pontevedra, pero conmigo de secretario general logramos las tres grandes alcaldías de la provincia de A Coruña y eso lo saben los militantes, más allá de la gente que busca otro tipo de intereses personales.

El coronavirus vuelve a ponernos contra las cuerdas en España y Galicia. ¿Qué hacemos tan mal?

Tenemos que aprender de un escenario nuevo y cambiante, pero creo que también se demostró que hacemos cosas bien. El virus es un riesgo permanente, con el que tendremos que convivir bastante tiempo ya que será difícil tener una vacuna con plenas garantías antes de dos años. Por eso, para eliminar cualquier peligro tenemos que seguir mejorando nuestras prácticas y no relajarnos.

Alcoa: "Tras las elecciones la Xunta dejó de confrontar con el Gobierno y se puso a colaborar con él"

¿Todavía estamos a tiempo de salvar los empleos en Alcoa?

Hay un inversor que tiene un proyecto viable para la planta de San Cibrao y la decisión de Alcoa de vetar su entrada va contra la necesidad de mercados competitivos y de mantener un sector estratégico como el aluminio. El Gobierno buscó al inversor y trabaja con todos sus mecanismos para mantener la fábrica. Y desde las elecciones la Xunta cambió su paso y dejó de confrontar para ponerse a colaborar con el Gobierno. Es necesario que remen juntos para que Alcoa tenga que revertir la negativa de venta a Liberty House. Y si no quiere, habrá que buscar mecanismos para intervenir. Estamos ante una batalla entre un Estado y una multinacional y Alcoa no puede irse de rositas tras recibir cientos de millones en ayudas.

¿Suena muy fuerte en España nacionalizar una fábrica?

Se usaron muchos términos de forma propagandística y poco solvente y mucha gente habló sin saber. Pero el Gobierno central estuvo trabajando todo este tiempo en busca de una solución y todavía esta última semana dio un paso adelante con algo que nunca se había hecho: abrir la puerta a que la Sepi incorpore a Alcoa para facilitar después su venta. No es hablar de nacionalización, porque ya hay un inversor que tiene un proyecto viable.

"La crisis de las cajas es el mayor agujero negro de Núñez Feijóo"

GC¿Qué papel jugará el PSdeG esta legislatura?

El PSdeG va a ser la garantía de defensa y protección de personas ante una crisis de tanta envergadura. Somos un proyecto socialdemócrata y galleguista y la única alternativa posible frente al PP. Si en diez meses en en Parlamento conseguimos subir un punto y medio, a lo largo de estaa legislatura subiremos el 5% que nos hace falta para gobernar.

Entonces, ¿ve remontable la distancia con el Bloque?

Pedro Sánchez obtuvo en 2015 y 2016 los peores resultados de la historia democrática del PSOE, pero algunos de nosotros lo respaldamos para volver a la secretaría general del partido y hoy el PSOE es la primera fuerza de España. En política, trabajando con rigor y coherencia, todo es posible. El BNG hace cuatro años tenía seis diputados y hoy tiene 300.000 votos, ¡pero ya tuvo 400.000 con Beiras! Hay crecimientos electorales que no pronostican necesariamente tendencias estables. De las derrotas se aprende y a mí a tenacidad, perseverancia y coherencia nadie me gana.

La legislatura arrancó con voluntad de diálogo por parte de todos. ¿Se está cumpliendo?

Feijóo se equivocó negándose a abrir la comisión de investigación por las residencias, donde ocurrió algo muy grave que evidenció mala gestión y dejación de funciones. Esa comisión es una deuda moral con víctimas y familias y si Feijóo la hubiese facilitado habría mejor clima de cohesión y acuerdo. Pero el PSdeG sigue tendiendo la mano porque estamos ante una crisis gravísima, con el mayor hundimiento del PIB desde la Guerra Civil. Van a venir muchas curvas y necesitamos un PSOE fuerte para defender a la gente en esta nueva etapa en la que se da un cambio social, económico y también del paradigma de la intervención de lo público en los mercados.

Usted que es economista, ¿es peligroso endeudarse demasiado?

Es prioritario en este momento desplegar toda la capacidad de acción de las políticas monetarias y fiscales para dar liquidez, facilitar el consumo y la inversión. Con un desplome de esta intensidad en el nivel de producción estas políticas son la única garantía de no entrar en depresión y estancamiento.

Pero la deuda hay que pagarla.

La mejor forma de pagar la deuda es tener una economía fuerte. Si el impulso del Estado y de Europa posibilitan el crecimiento del PIB, esa será la mejor garantía para hacer frente al pago de la deuda. Además, se está viniendo abajo esa regla de oro que priorizaba la lucha contra la deuda y la inflación como principales problemas de una economía. El verdadero inconveniente es el desplome económico: la caída del empleo, del consumo y de la inversión. Por eso es tan necesario este Plan Marshall europeo que se activó.

¿Ve bien subir los impuestos?

Es necesario que haya estados potentes y para que estos puedan cubrir gastos se necesitan ingresos. No creo que sea ahora una prioridad, pero donde hay patrimonios millonarios y grandes fortunas hay posibilidades de buscar mecanismos para que contribuyan. Porque deben entender que si quebramos todos, también lo harán las fuentes de su riqueza.

¿Será útil la comisión parlamentaria para la reconstrucción?

Debería de serlo y nosotros vamos a trabajar para que lo sea. Para desarrollar las mejores políticas en beneficio de Galicia y tratar de definir las oportunidades de inversión más fructíferas para los fondos que lleguen de España y Europa. Desgraciadamente en Galicia no hubo política económica durante muchas legislaturas. Hay que cambiar eso y la comisión puede ser una buena ocasión.

Otra comisión de actualidad es la de las cajas. ¿Qué persigue el PSdeG pidiendo su reapertura?

Hay un auto de la Audiencia Nacional que incorpora una serie de conclusiones demoledoras para el actual Gobierno de la Xunta y hay un informe de KPMG que es un expediente X que Feijóo ocultó de forma continua. La crisis de las cajas costó 8.000 millones y supone el mayor agujero negro en los años de gestión de Feijóo, así que tiene que explicar ese informe y dar transparencia. Detrás del eslogan de buen gestor de Feijóo solo hay un desastre económico y financiero para Galicia.

Hay levantada una enorme polvareda con la monarquía en España. ¿Usted la cuestiona?

Si tuviera que elegir, mi sistema democrático ideal sería republicano. Pero en este momento la monarquía es parte de la solución constitucional de España y las prioridades del país tienen que estar centradas en las políticas sociales y económicas y en ayudar a la gente. Para cambiar la monarquía haría falta una mayoría parlamentaria y social que a día de hoy no existe. Así que ese es un debate recurrente para las tertulias y las televisiones, pero que en el fondo a la gente no le va a a solucionar nada.

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