El ex presidente de la Xunta, Emilio Pérez Touriño, volvió este jueves a la primera plana mediático-política y lo hizo defendiendo los principios que rigieron su mandato autonómico, reiterando -frente a quienes eran partidarios de un adelanto- su convicción de que las elecciones se celebraron ''cuando correspondía'', y reconociendo ''errores'' en la convivencia entre socialistas y nacionalistas dentro del Gobierno, que generaron una ''competición interna desatada no tramo final''.
De hecho, sus antiguos socios en la Xunta fueron objeto –junto con el PP-- de la reflexión crítica de Pérez Touriño, en la conferencia 'Galicia na encrucillada' con la que abrió el ciclo de ponencias de la Fundación Iniciativas 21. A ellos les indicó que ''el nacionalismo tiene mucho que reflexionar'' ante la ''pérdida reiterada y machacona de su electorado'' y a ellos dirigió férreas críticas sobre los riesgos de caer ''en la tentación'' de ''utilizar el gobierno como un instrumento de partido'' a través del que contar con una ''red mediática y empresarial''.
''El problema de convivencia entre la cultura de una y otra formación nos hizo mucho daño'', proclamó, sin dejar de aludir a otros ''factores'' de la derrota electoral: la crisis o los ''errores de transmisión'' del cambio para movilizar a los electores.
Gestión del PP
De la gestión de sus sucesores en San Caetano, el PPdeG, Touriño lamentó que ''en poco tiempo, se encendieran las alarmas'' por su política social o ambiental y los acusó de practicar un ''mix de oportunismo político y liberalismo económico. ''Parece que no hay margen alguno ni responsabilidad propia'', criticó, lamentando las medidas adoptadas en materia educativa, social, económica o lingüística, y reprochando que la única opción del Gobierno de Feijóo sea culpabilizar ''o bien al Estado o al gobierno anterior''.
El ex presidente no obvió las referencias a algunos de sus temas fetiche al frente del anterior Ejecutivo autonómico: la protección del territorio, la recuperación económica, las infraestructuras o la concertación social. Loó el período 2005-2008, con encendida defensa de la ley de protección de los 500 metros incluida, subrayando que ''aunque con limitaciones endémicas'' se logró ''iniciar una senda de convergencia y modernización''. Frente a ello, el ''furgón de cola'' es un riesgo que se acerca peligrosamente con la derecha al frente de la Xunta. Si la opción popular ''llega a convertirse en una opción estable'' --''como me temo'', apostilló-- podríamos volver ''a un período de estancamiento''.
Aforo
Con elevada expectación mediática, la conferencia fue seguida por 'fieles' del entorno del ex presidente, por representantes institucionales y, entre otros, por su sucesor al frente del PSdeG, Manuel Vázquez, quien no quiso faltar a la cita, ocupó espacio en la primera fila y fue acogido con mención especial de agradecimiento por parte de Pérez Touriño. Entre los asistentes se encontraban los ex conselleiros María José Caride, José Luis Méndez Romeu, Laura Sánchez Piñón o María José Rubio, así como los diputados Xaquín Fernández Leiceaga, Mar Barcón, Ismael Rego.
Ante unas 200 personas y un auditorio prácticamente lleno, la primera conferencia de Touriño tras su retirada suscitó el interés de los alcaldes de Rianxo, Brión, Dodro y Ares; históricos de la formación socialista como Ceferino Díaz; el conselleiro mayor de Contas, Antonio López; o el presidente de la Confederación Empresarial de Pontevedra, Fernández Alvariño. Antiguos miembros de su gabinete también arroparon a Touriño en su regreso, como el secretario xeral de Comunicación, Fernando Salgado, el secretario xeral de Análise e Proxección de Datos, Rivera Otero o el de Presidencia, Gumersindo Guinarte.
