Cuando se cumple un año de la derrota electoral que devolvió la Xunta a manos del Partido Popular, el que fue su presidende durante el Gobierno bipartito, Emilio Pérez Touriño, analizó las causas que propiciaron su salida de San Caetano. "Fue un caso prototípico en el que un gobierno cambia a consecuencia estrictamente de lo que ocurre en campaña", dijo, apuntando hacia las "acusaciones falsas e infundadas" del PP y a los errores de los socialistas, todo ello atribuído a la percepción "de que no había riesgo de pérdida".
Touriño situó en agosto del 2008 la fecha en la que los dos socios de gobierno, PSdeG y BNG, empezaron a competir entre sí, coyuntura que supo aprovechar el PPdeG para hacer pública la idea de que existían dos gobiernos "peleados, y un presidente preso del partido minoritario". En todo caso, defendió que no existió nunca una imposición lingüística, sino que reprochó esa acusación a la existencia "de una minoría gritona y de un partido que le dio un altavoz".
Sobre el gallego: ''Las urnas no dan hegemonía para dividir''
A juicio del ex presidente, y frente al argumento del PPdeG de que la comunidad tiene una tasa de paro inferior a la media del Estado, Galicia atraviesa el peor momento económico a lo largo de su historia autonómica. "No querer aparecer en la fotografía de la crisis puede ser inteligente desde la perspectiva electoral, pero no es positivo desde el punto de vista del interés general", le aconsejó a Feijóo su antecesor en el cargo.
En la misma línea, Touriño recordó la mayoría para gobernar que los populares consiguieron el 1-M, "pero no le confiere hegemonía para dividir en cuestiones tan importantes como la lengua o el territorio". En relación a este punto, se sumó a la voz de los socialistas y urgió la necesidad de reformar el Estatuto, y lamentó el "dislate" que supuso la ruptura del consenso frente al gallego: "Hay facturas que no se deben pasar al país, por mucho que uno quiera ganar unas elecciones y ser presidente".
Sobre las cajas:''Difícilmente podría hacerse peor''
Sobre la situación de Caixa Galicia y Caixanova, con el PSdeG en contra de la Lei que apoyan PPdeG y BNG, Touriño advirtió de que la comunidad "no puede desaparecer del mapa financiero español", por lo que consideró que la fusión de ambas entidades "es imprescindible".
"No se gobierna desde los medios de comunicación, sino liderando el proceso desde la responsabilidad para que las dos cajas sean las protagonistas", espetó, en relación a la oposición de la caja viguesa al proceso de unión, que culminó con una manifestación con miles de personas convocada por el alcalde de Vigo, Abel Caballero. Según el ex mandatario, "el mensaje lanzado desde el norte caló en el sur como un intento de absorción y ocupación". Y hubo críticas también para el "intervencionismo feroz" de la Xunta: "dificilmente se podría haber hecho peor".
Touriño: ''La imposición es fruto de una minoría gritona y de un partido que le hizo de altavoz''
