El TSXG tumba el despido de un trabajador que firmó la baja voluntaria sin saberlo

El empleado de una gasolinera de Vilalba rubricó el documento entre un montón de papeles engañado por el nuevo propietario del negocio
Sede del TSXG. ARCHIVO
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El Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) ha declarado improcedente el despido del encargado de una gasolinera ubicada en Vilalba que firmó la baja voluntaria sin ser consciente de que estaba aceptando su cese. El alto tribunal ratifica así el fallo emitido en marzo por el juzgado de lo Social número 1 de Lugo, que obligaba a la empresa a readmitir al trabajador o a indemnizarlo por la rescisión de su contrato. El propietario de la estación de servicio recurrió esa decisión, pero el TSXG le da la razón al empleado apoyándose en su propio testimonio y en el de tres extrabajadores cesados también como baja voluntaria. 

El afectado llevaba más de 14 años empleado en la gasolinera cuando a finales de junio de 2018 presentó una baja por incapacidad temporal. Apenas una semana después recibió un mensaje en su teléfono móvil de la Seguridad Social en el que se le informaba, para su sorpresa, de que la empresa lo había dado de baja dos días después de comunicar la incapacidad temporal. En el juicio, el propietario —que se había hecho con el negocio ese mismo año aportó un documento firmado por el trabajador en el que se acordaba la baja voluntaria por motivos personales. Este reconoció que era su rúbrica, pero aseguró que no sabía que estaba aceptando su salida. En su sentencia, el TSXG se apoya en el testimonio del propio demandante y de los extrabajadores de la gasolinera de Martiñán —en la carretera N-634—, cesados los cuatro por baja voluntaria. Refrendaron su salida sin saberlo, entre un montón de papeles que la empresa les dio a firmar alegando que era por la protección de datos.

Lo relevante de la resolución de la Sala de lo Social es que establece que un documento que a priori ampara una baja voluntaria con la firma del trabajador puede quedar en papel mojado si la contundencia de otras pruebas —en este caso la testifical, junto con el interrogatario al empresario y la documental practicada— demuestran que "nunca existió ese consentimiento, sino que fue obtenido mediante engaño o fraude". Así lo explica el abogado del trabajador, el mindoniense Luis Rego, que apunta además a la incongruencia de que el empleado firme la baja voluntaria en su puesto cuando está en una baja médica.

IMPACTO. Tras ganar la batalla, el trabajador no podrá reincorporarse a su puesto de encargado en la gasolinera porque después de que estallara el conflicto laboral le fue reconocida una situación de incapacidad permanente total. Por eso, al que era su jefe no le queda más opción de abonarle una indemnización por despido. Pese a que este tipo de fraudes empresariales no son habituales, el contenido de la sentencia contribuye a que no se extiendan.

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