Los últimos pasos del Rambo gallego

ASÍ LO VIVIERON LOS VECINOS ►El veterano delincuente subsistió a base de robos de comida en las aldeas de O Eume y Ferrolterra, cuyos vecinos ya respiran tranquilos tras muchas noches en duermevela por temor a Chacón. Algunos lo vieron e incluso uno se llevó un bastonazo
Aspecto actual de Rambo en una foto del jueves en su detención. ATLAS
photo_camera Aspecto actual de Rambo en una foto del jueves en su detención. ATLAS

Valdoviño vuelve a respirar tranquilo después de dos semanas en las que Alfredo Sánchez Chacón turbó su calma habitual. En la puerta de la panadería, en la partida de dominó y en los corrillos, solo unas horas antes de la detención del delincuente más escurridizo de Galicia, AGN atestiguó cómo se repetía una y otra vez un nombre: Rambo, acompañado de gestos que iban, según cada quien, del temor a la chanza. "Eu non o vin, pero tampouco quero velo", sintetizaba una mujer entre gestos de aprobación del resto del grupo. "Rambo será bravo pero eu no seu lugar andaría con coidado, que esta é terra de cazadores e a Cobijo maioría temos escopetas na casa. Non quero dicir que vaia pasar nada pero...", deslizaba un parroquiano de un bar de Loira tras un trago de licor de hierbas.

Y tampoco faltaban los escépticos, como Carmen, que desconfiaban que Rambo se ocultase en los montes de este municipio de Ferrolterra: "Alguna gente dice que les robó pero a mí no me faltó nada. Yo hasta que lo vea no me creo nada". Sus palabras las compartía con sus vecinos un día antes de tener que tragárselas.

Se cree que Chacón llegó a Valdoviño a mediados de enero, procedente del vecino concello de San Sadurniño, también con grandes extensiones de verde que le sirvieron de escondrijo. Por ello, quienes temían toparse con Rambo eran los vecinos de las aldeas y, especialmente, los cazadores. De hecho, uno llego a tener un encuentro con él cuando aún se escondía en las Fragas do Eume, a finales de diciembre. Así lo cuenta a AGN Juan Carlos, un chico de 30 años que se foguea en la afición cinegética. "Andaba nas fragas [de O Eume] a cazar xabaríns. Vin un home nunha tenda de campaña verde, el me viu a min e me dixo: que fas aquí?, en galego con acento normal [Rambo es natural de Córdoba pero se trasladó a Galicia muy joven]. Eu díxenlle que estaba cazando e non contestou. Alonxeime e eu xa sabía que era Rambo porque se dicía na zona. Sentín como me seguía os pasos, pero xa non mirei atrás. Logo chamei a Garda Civil", relata el joven, que reconoce haber pasado "medo".

Juan Carlos vive en Ombre, una pequeña parroquia eumesa al pie de las fragas, donde entre Navidades y principios de enero se sucedieron los hurtos famélicos con el sello de Rambo. Es el primer enclave en el que fue situado, y entonces llevaba ya nueve meses prófugo, desde que no volvió de un permiso a la cárcel de Monterroso el pasado abril. Se cree que pasó primavera, verano y otoño en el monte –aunque se desconoce en qué zona– y se valió en este tiempo de la recolección de frutos y hurtos de lechugas y otros vegetales en huertos, que no causaron alarma por atribuirse al jabalí.


Cobijo En invierno elegía casas abandonadas

Rambo Gallego (1)

Con la llegada del frío y la lluvia, Rambo comenzó a elegir viviendas abandonadas, que son muchas en el rural de Ferrolterra, como refugio. Más que pernoctar, pasaba allí el día, ya que se movía de noche. De la de la imagen, en una solitaria recta de comarcal en San Sadurniño, lo vieron salir vecinos. [FOTO. A.V.]


Comida Un arriesgado robo con moradores

Rambo Gallego (2)

Rambo tentó a la suerte allanando casas habitadas. José Villar dormía en su vivienda en Loira cuando Chacón trepó –o eso supone– al primer piso, "pasou por diante da miña habitación e roubou na cociña unha panceta, cervezas, chourizo, unha bizcochada e varias barras de pan, xa duras". [FOTO. A.V.]


Tensión Los cazadores temían encontrárselo

Rambo Gallego (3)

El rural de Ferrolterra es territorio con gran tradición cinegética. Los cazadores comentaban que salían de batida en tensión, pues temían toparse a Rambo en el monte, como ya había ocurrido en las Fragas do Eume, y que el resultado del encuentro, con pólvora de por medio, pudiese ser fatal. [FOTO. A.V.]


Agua dulce Siempre buscaba lagunas o ríos

Rambo Gallego (4)

Como experto en superviviencia extrema que es, Rambo se movía siempre cerca de cauces de agua dulce: primero en las proximidades del río Eume, y después, en Ferrolterra, no perdía de vista el embalse de As Forcadas. Se presume que usaba el agua para asearse, y quizás en algunos casos beber. [FOTO. A.V.]


Movilización Un grupo de Whatsapp para él

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El temor ante Rambo llevó a los vecinos de Ombre, en Pontedeume, a crear un grupo de Whataspp ex profeso para informar sobre sus movimientos y robos. En la imagen se ve un último mensaje que lo sitúa en el pasado martes Loira, la zona donde acabaría siendo capturado dos días más tarde. [FOTO. A.V.]


SAN SADURNIÑO. Hacia finales de enero, y consciente de que sus constantes robos lo estaban cercando –además del cazador que le vio la cara–, Rambo sube por los montes de Cabanas y Neda hasta San Sadurniño, donde dejó su impronta más violenta de esta último fuga. Jose Ramón, un fornido vecino de Santa Mariña do Monte, se llevó un bastonazo en la cara de Rambo, al que no logró intimidar con su imponete físico, aunque sí lo enfrentó. "Pilleino no meu garaxe e deume cun bastón que case me quita un ollo. E a min non me roubou comida, senón diñeiro e documentación. Está todo denunciado na Guardia Civil", relata.

Enfrente de su casa está el mesón Os Cazadores, donde la misma noche –sobre las 23.30 del 26 de enero– intentó entrar Rambo, pero volvió sobre sus pasos al percatarse de que había gente dentro. Demasiado expuesto una vez más, tocaba volver a moverse.

LOIRA, PUNTO Y FINAL. Chacón volvió a poner rumbo al norte y llegó al Valdoviño rural, lejos de la playa de Pantín, paraíso mundial del surf, y de otras estampas turísticas. En la parroquia de Loira dio un buen susto a un vecino al que, de noche –como siempre– allanó la vivienda para llevarse únicamente comida. "Na mesa había diñeiro pero nin o tocou", explicó José Villar a AGN.

Eso fue en la madrugada del pasado lunes, y una vecina, aún con el miedo en el cuerpo, aseguró haberlo visto merodeando el miércoles cerca del embalse de As Forcadas. Seguramente estaba en lo cierto, porque esa misma noche tres hombres del vecino núcleo de O Calvario, también en Loira, pusieron punto y final a la huida del más célebre de cuantos delincuentes fueron bautizados en España como el héroe de guerra que encarna en el cine Sylvester Stallone.

Rambo puede presumir de que no lo trincaron en el monte, donde hizo honor a su apodo, pero quedó patente que es imposible sobrevivir al invierno en la naturaleza sin ayuda humana, aunque sea a base de robos.

EL MIEDO LLEVÓ A LOS VECINOS A "CAMBIAR OS SEUS HÁBITOS". "Hai medo a Rambo, e a xente está a cambiar os seus hábitos: non sae logo da tardiña, sobre todo as señoras maiores, e tampouco se deixan xa as portas abertas...". El trastorno que supuso la llegada de Rambo la narraba, horas antes de la detención y entre gestos de aprobación de su clientela, el encargado del mesón Os Cazadores, que lamentaba "ter que romper a confianza nun sitio onde nos coñecemos todos".

La prueba palpable es Carmen, una octogenaria que pasea cerca de su casa con el pertinente chaleco reflectante. "A ver se remata esto porque eu téñolle moito medo [a Rambo], espero non atopalo. Nunca tal se viu aquí!".

Volviendo al mesón Os Cazadores, y tras exponer este redactor que Chacón había sido detenido las dos anteriores ocasiones en prostíbulos, un parroquiano puntualizó: "Aquí non hai clubes, así que esta vez pillarano doutro xeito". Y estaba en lo cierto.

DEL EXLEGIONARIO RECIO A UN HOMBRE MAYOR Y DELGADO. Las primeras imágenes de Alfredo Sánchez Chacón tras su detención no mostraron a aquel recio exlegionario con rostro serio que sobrevivía en la retina de muchos gallegos que habían seguido sus aventuras del pasado en los medios. Al contrario, Rambo parecía un jubilado cualquiera al que la vida en el monte durante diez meses le pasó una enorme factura: delgado, casi desnutrido, avejentado, con una fuerte cojera y el rostro y las manos ensangrantadas tras la disputa con el guardia civil y los vecinos.

Conviene recordar, no obstante, que bajo esta imagen decrépita del fugitivo se esconde un individuo con una fortaleza física y mental fuera de toda duda. ¿Cuánta gente sería capaz de sobrevivir diez meses al raso? Especialmente después de pasar un mes de enero totalmente gélido.

Chacón podría sumar siete años de cárcel a los tres pendientes

Se enfrenta a delitos de allanamiento, hurtos y robo con fuerza y quebrantamiento de condena. Se fugó para "llamar la atención" sobre su situación

Alfredo Sánchez Chacón pasó su primera noche en la prisión de Teixeiro (A Coruña), un penal elegido para él no por ofrecer más seguridad que el de Monterroso sino porque, en teoría, tiene que volver pronto a los juzgados de Ferrol, en la misma provincia, para declarar por los nuevos delitos cometidos en su reciente aventura.

De hecho, la fuga del Rambo gallego, que cumplía pena de cárcel por matar a un hombre en un local de copas de Cuntis en el año 2002 y al que solo le faltaban tres para salir en libertad, podría alargar bastante su futuro entre rejas: hasta siete años en caso más extremo.

Así lo explicaban este viernes varios expertos del ámbito judicial como el letrado Evaristo Nogueira, que recordaba en la TVG que por haberse fugado en un permiso se enfrenta a un delito de quebrantamiento de condena, penado con entre seis y doce meses de prisión. El robo con fuerza es el peor de todos, ya que le podrían caer por esa figura hasta tres años más de cárcel; mientras que según Nogueira, el allanamiento –por entrar en viviendas– sumaría hasta dos años.

Otras fuentes judiciales apuntaban también el viernes a los hurtos reiterados de comida, que en conjunto podría suponer 18 meses más de cárcel para Rambo.

Así, si a los tres años pendientes de condena sumase siete más, Sánchez Chacón no saldría de la cárcel hasta 2033, ya con 73 años de edad, aunque todavía es pronto para aventurar con tanta precisión lo que ocurrirá. "Hai que agardar a ver se hai algún atenuante ou agravante", matizó Evaristo Nogueira.

Además de todo esto, el hecho de haberse fugado durante su último permiso se tendrá en cuenta a la hora de ofrecerle de nuevo esa posibilidad durante su nueva etapa en prisión, de ahí que la última fuga de Rambo le pueda salir tan cara.

LLAMAR LA ATENCIÓN. Durante el interrogatorio al que fue sometido, Alfredo Sánchez Chacón aseguró que decidió no volver a la prisión de Monterroso durante su permiso de 2021 para "llamar la atención" por lo que consideraba un trato discriminatorio, ya que tras 22 años de condena no le concedieron salidas de prisión como a otros presos.

Este argumento de llamar la atención, no obstante, no existe a nivel judicial, por lo que no le servirá como atenuante en su nuevo proceso judicial.

Evaristo Nogueira aclaraba este viernes en la TVG que en la concesión de los permisos a los presos no solo cuentan los años encerrado, como argumenta Rambo, sino que hay "moitos factores a ter en conta". El tiempo de condena sí es uno, pero también se evalúa su comportamiento en anteriores permisos, el arrepentimiento que pueda tener el interno, si hay responsabilidad civil y se indemnizó a los perjudicados por los hechos delictivos... "A xunta de tratamento do centro penitenciario adopta a decisión" en base a esos factores, explica el avogado compostelano.

PIDIÓ IR AL HOSPITAL. Al parecer, según apuntaban este viernes algunas fuentes, Alfredo Sánchez Chacón pidió acudir al hospital después de ser detenido y de recibir algunos alimentos por parte de vecinos de Valdoviño. Algunos desconfiaban de esa petición y temían que fuese otra estrategia para tratar de fugarse de nuevo del control policial, algo que finalmente no ocurrió ya que Alfredo Sánchez Chacón ingresó en el penal de Teixeiro.

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