Un centenar de personas protestan contra la situación del sector naval

Los sindicatos están protagonizando una intensa mañana de acciones de protesta en Vigo, con la paralización de las obras del nuevo hospital, el corte de la avenida de Beiramar frente al astillero Barreras y el encierro de un centenar de personas en el Ayuntamiento por la situación del naval.

Sobre las 10.00 horas dio comienzo el encierro de un centenar de personas convocadas por la CIG en las dependencias del consistorio, encabezadas por una pancarta que rezaba: "PP, PSOE y los empresarios hundieron el naval. Ladrones fuera".

Este acto ha tenido por objeto "exigirle" al Gobierno central que "tome decisiones" para "salvar" el naval y "recordarle" al alcalde vigués, el socialista Abel Caballero, su compromiso de solucionar la situación "con cuatro llamadas telefónicas", ha señalado César Rodríguez, secretario del naval de la CIG.

Rodríguez ha revelado que miembros de la corporación se han ofrecido para mantener una reunión que han rechazado porque "no queremos más promesas porque tiempo han tenido de sobra para buscar una solución", ha apuntado Antolín Alcántara, responsable de la negociación colectiva del sindicato nacionalista.

Alcántara ha recordado que Francia habilitó un nuevo sistema de bonificaciones para el naval "en quince días", y por eso ha instado al Gobierno español a que tenga "la misma diligencia" que con el problema del carbón.

Ha señalado a los socialistas Abel Caballero, Alfredo Pérez Rubalcaba, por "prometer que en septiembre u octubre estaba todo solucionado", pero también ha criticado al presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, por mantenerse "desaparecido".

Poco después, CC OO, UGT y CIG han organizado un segundo corte de media hora en la avenida de Beiramar, una de las más transitadas de la ciudad olívica y que se ha visto colapsada, tras el celebrado la semana pasada también frente a los astilleros Barreras, que se encuentra en concurso de acreedores.

Manuel Carballal, miembro del comité de empresa de Barreras, ha avanzado la posibilidad de organizar actos similares en otros puntos de la ciudad a la vista de la "situación desesperada" que vive el naval vigués.

Ha advertido de la "paralización de dos o tres meses" que sufrirán las negociaciones para desbloquear el denominado tax lease o arbitrar una herramienta de financiación alternativa por culpa de las elecciones generales y hasta que tome posesión el nuevo Gobierno.

En este intervalo, "muchas empresas" del naval con expedientes de regulación de empleo temporales los convertirán en suspensivos y "cuando de una vez por todas se pueda reactivar el sector ya no habrá empresas ni auxiliares", ha remachado.

Sin solución de continuidad, un grupo de delegados de la CIG ha paralizado las obras del nuevo hospital de Vigo hasta que "alguien con autoridad laboral o política" se reúna con ellos para hablar de la "explotación laboral" en la obra pública y privada, según Xosé Xoán Melón, secretario de Construcción del sindicato nacionalista.

Melón ha explicado que, como "obra simbólica", al ser "la de mayor dimensión en Galicia en estos momentos", han elegido el hospital de Vigo para exigir la "normalización de las jornadas laborales y unos salarios ajustados a convenio".

Ha revelado que las subcontratas han apostado "mayoritariamente" por trabajadores portugueses, que hacen jornadas de diez horas y cobran menos de 500 euros al mes, y por eso ha reivindicado "un mejor reparto del poco trabajo que hay" en el sector de la construcción.

Asimismo, se ha quejado de que "las empresas más subvencionadas" y las que "más concesiones reciben" son a su vez "las más sancionadas", y por ello ha denunciado la "permisividad terrorífica" de las administraciones públicas, en especial de la Xunta, a la que "venimos informando hace tiempo de esta situación", según Melón.

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