El robo es el móvil que baraja la investigación abierta por la Policía Nacional sobre la explosión que se registró esta madrugada en el cajero de la oficina de NCG Banco en la parroquia viguesa de Matamá, provocada mediante el procedimiento de gas inyectado, informaron a Efe fuentes policiales.
El informe elaborado por Policía Científica y el grupo de desactivación de explosivos (Tedax) concluye que se inyectó gas en el habitáculo del cajero automático desde el exterior, un método similar al empleado en varios robos registrados el año pasado en Vigo, precisaron las fuentes.
La explosión de esta madrugada se encuadra, "salvo sorpresas", indican las fuentes, dentro del ámbito de la delincuencia común, por lo que se descarta la hipótesis de un sabotaje.
Queda por determinar la cantidad de dinero que el autor o autores del robo se pudieron llevar del cajero, ya que la entidad financiera debe hacer un recuento electrónico en el que debe restar el que retiraron los clientes y los billetes que aparecieron quemados junto a la cabina.
La explosión se produjo anoche sobre las 3.00 horas en la sucursal de NCG Banco de Matamá, ubicada en el número 164 de la calle Canteiros.
La deflagración afectó tanto a la cabina del cajero como al cristal de la puerta de acceso a la oficina, que pese a todo hoy ha abierto al público en su horario habitual, concretaron a Efe fuentes de la entidad.
