Una Casa de Galicia, dedicada a la enseñanza, en el corazón de la India

El profesor e investigador gallego José Paz es el impulsor de un proyecto educativo para niños y mujeres especialmente, y en el que la cultura gallega está muy presente
José Paz, fundador e impulsor de la primera Casa de Galicia en la India
photo_camera José Paz, fundador e impulsor de la primera Casa de Galicia en la India

Desde sus dieciséis años de edad, el profesor jubilado e investigador gallego José Paz trata de mantener latente el legado del poeta y filósofo hindú Rabindranath Tagore (1861-1941), una labor que centra su vida y a la que da continuidad con la apertura de la primera Casa de Galicia en la India, donde vive buena parte de cada año que pasa, en el lugar de Santiniketan.

Esta localidad es conocida, justamente, por ser el sitio donde Rabindranath Tagore murió y donde fundó su proyecto, convertido éste en la actualidad en una enorme universidad con catorce facultades y 5.000 estudiantes, en definitiva, un gran complejo, "más grande que Ourense", sostiene el profesor José Paz en una entrevista con Efe.

Allí, apura él la catalogación de los centenares de libros extranjeros existentes sobre el filósofo al que rinde pleitesía, que están en diferentes idiomas: castellano, francés, italiano, portugués y rumano dan una buena muestra.

Y, recientemente, este investigador gallego abrió una "casa de Galicia", cuyo nombre en bengalí es Santir Bhavan, la "primera en la historia" de este país, un edificio que ha nacido, en esencia, como centro funcional en el que organizar todo tipo de "actividades educativas y artísticas para niños" y cursos para que las mujeres aprendan a leer y escribir.

La escasa presencia de gallegos en este país convierte este edificio en punto de referencia para docentes y estudiantes que acudan a la zona.

Algunos niños están aprendiendo con el profesor Paz varias canciones populares gallegas, que, con posterioridad, les traduce al bengalí

El objetivo, detalla José Paz, es fomentar un alto intercambio de estudiantes y profesores de Oriente y Occidente, una de las marcadas ilusiones de su admirado Tagore, y esto, por lógica, junto con la difusión de toda su obra y de su pensamiento.

Con tres palabras, "bondad, verdad, belleza", describe Paz la rica compilación que ha ido adquiriendo de su ídolo, conformada por hasta 30.000 volúmenes sobre el poeta y filósofo hindú, los cuales consiguió atesorar a lo largo de su existencia, desde que siendo un adolescente se hizo con El naufragio.

Tras una visita a las Azores y a otras ciudades españolas, el profesor Paz, que regresará esta semana a la India, apunta que uno de sus próximos proyectos será el lanzamiento de un libro digital sobre el que desvelará próximamente más detalles.

Avanza, asimismo, que ya se está constituyendo una asociación con un grupo de personas que han querido implicarse en una iniciativa que se está programando y que se centra en la educación al aire libre debajo de los árboles.

Entre las principales singularidades de la zona de Santiniketan, Paz explica que la población se divide en varias castas, las cuales ejemplifica: "Por ejemplo, lavar la ropa no lo hace nadie de casa, tiene que ir una mujer sin casta a lavar la loza allí", manifiesta.

El educador se ha consagrado en este territorio al estudio e investigación de su máxima figura, la de Tagore, una de las más importantes culturalmente a nivel mundial.

"La mujer en la India no está en segundo lugar, sino en tercero o cuarto", denuncia José Paz, por lo que una de sus labores es impulsar iniciativas para mejorar esta situación

Y desde que en 2001 fue a la casa de Tagore, no pudo parar, menos "al ver todo aquello", enfatiza.

Tras varias estancias cortas en la India, ahora José Paz ya dedica la mitad de su tiempo a desarrollar su labor allí, algo posible desde que obtuvo la jubilación.

De hecho, algunos niños están aprendiendo con él varias canciones populares gallegas, que, con posterioridad, les traduce al bengalí.

A pesar de las virtudes de la India, un país que funciona a "otro ritmo", lamenta José Paz sus evidentes problemas sociales, citando la discriminación de la mujer, que "no está en segundo lugar, sino en tercero o cuarto", motivo que le ha llevado a impulsar todo tipo de actividades al respecto.

Entre los aspectos positivos, que los hay y muchos, valora que los extranjeros no puedan comprar viviendas, para proteger la zona.

La biblioteca de José Paz sobre Tagore está considerada como "la más completa" del mundo, con una cifra superior a las 30.000 piezas escritas en múltiples idiomas, cedidas en su totalidad a la Casa de la India de Valladolid. 

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