Una mujer acude a un juzgado para que investigue si su hermano fue robado

Crió dos hijos, sacó adelante a su familia y ahora está empeñada en buscar a su hermano. María del Carmen Portas Gago, una vecina de Pontecesures, está convencida de que a su madre le fue robado un niño en el Hospital Provincial de Pontevedra hace 45 años, por lo que "después de ver un programa de televisión sobre jóvenes que habían sido robados, me picó la curiosidad", y ahora se ha puesto manos a la obra.

"Antes no había mirado nada ese asunto", argumenta Carmen Portas, quien asegura que dispone de pruebas para demostrarlo y que además sus padres "nunca nos escondieron a mi hermana y a mi que teníamos un hermano. Es algo que sé desde que tengo uso de razón". Por ello, ha presentado una denuncia en Pontevedra para que actúe la Justicia.

El hermano al que busca nació en 1966, pesó cuatro kilos al nacer y fue visto al día siguiente del parto por la madre, Rita Gago, así como el padre y dos tías, pues había sido llevado a una incubadora. Fue la última vez. Cuando regresaron a Pontevedra un día después, en el hospital les dijeron que había muerto, pero no llegaron a ver el cadáver ni disponen de certificado de defunción. No hay, pues, documentación que certifique el paso de Rita Gago por el centro sanitario.

Unos 45 años después, Carmen Portas afirma que "lo que quiero es encontrarlo", sin importarle "que castiguen o no a los culpables del robo". "Más que nada quiero saber si está vivo. Si es así, tendrá 45 años. Es posible que esté casado, tenga hijos y la vida organizada", razona.

Pese a su ansia por encontrarlo, admite que de encontrarse el momento "no será fácil, sobre todo para él, porque seguro que se cree hijo biológico de la familia con la que se crió. Reconozco que, si sucede, será un golpe muy fuerte". También su madre, Rita Gago, está preocupada por eso. "Mi madre tiene 68 años y muchísimo miedo porque desde entonces pasaron 45 años y piensa que pudo morir. Teme que, si vuelve a verse con él, la rechace. Yo ya no le tengo tanto miedo a ese momento, aunque también me hago a la idea de que no quiera saber nada de nosotros", explica.

Llevó a la Justicia los datos que ha recogido en los últimos diez años, aunque se los reserva para el juzgado. Otros vecinos que sufrieron casos similares, dice, "no quieren revolver en el pasado".

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