El acusado del crimen de Ana Enjamio: "Era una cabecita loca, sin reparos para mentir"

César A.O. confiesa que durante la instrucción mintió al menos una vez poque "se sintió presionado"
César A.O., durante el juicio, junto a su abogado. SALVADOR SAS (Efe)
photo_camera César A.O., durante el juicio, junto a su abogado. SALVADOR SAS (Efe)

César A.O, el único acusado del crimen de Ana Enjamio, una joven de Boqueixón asesinada a cuchilladas en diciembre de 2016 en Vigo, ha señalado este lunes en el juicio que se sigue contra él que no la mató y ha declarado que no sabe quién lo hizo para luego añadir: "Si lo supiera..." y un "ni idea".

Ante el tribunal del jurado, conformado por cinco hombres y cuatro mujeres, ha contado que ella, una chica con la que trabajaba en una empresa de O Porriño y con la que mantuvo una breve relación, nunca le contó que temiese a nada, tampoco a nadie y, además, que no era la típica persona miedosa.

El procesado, padre de dos hijos de corta edad, no aceptó que la chica lo dejase y volviese con su ex, pero en la vista oral ha dicho que en la cena de empresa de ese año hablaron cuando empezaron las copas y el baile y que él posteriormente se fue a casa de sus padres pero que no podía dormir.

"Estuve con ella a la llegada a la cena y luego al acabar", ha afirmado, y ha contado que con su crimen se quedó en shock, puesto que él se había ido según su versión a casa de sus padres, donde no conciliaba el sueño. Aparte, que su amor era tal que incluso ante ese panorama llegó a escribir una nota de suicidio con el siguiente mensaje: "Ana, perdóname, sabes que te quería tanto, no lo pude soportar".

Ha indicado igualmente que durante la instrucción mintió al menos en una ocasión porque se sintió presionado y ésta se refiere a la ropa que llevaba el día de autos, en concreto una chaqueta, distinta a la que ahora cuenta que vestía.

El procesado también definió a la víctima como una "cabecita loca", que "no tenía reparos en mentir" y capaz de "disimular" hasta el punto de ocultar su relación con él porque estaba preocupada "por su reputación". 

Además, ha admitido César que llegó a enviar al novio de Ana de toda la vida fotos de los dos juntos con intención de enemistarlos.

Ana Enjamio recibió un total de 28 heridas cortopunzantes, de las cuales doce le alcanzaron el corazón y seis de éstas se lo atravesaron, hecho que le produjo un shock hipovolémico que determinó su óbito instantáneo.