Unións Agrarias ha denunciado la "caída estrepitosa" del precio de la leche y recomienda a los productores que "no se apuren" a firmar los contratos que pretende la industria. Mientras tanto, la intención de la organización es mantener una negociación con presencia de la administración para garantizar la legalidad y mediación. El secretario de ganadería de la UPA, Román Santalla, ha considerado que el comportamiento de los industriales gallegos, franceses y españoles "está fuera de lugar".
El sindicalista denunció hoy, en una conferencia de prensa, que la industria está ofreciendo contratos con los precios más bajos de Europa, siendo solo superado por países como Lituania, muy afectados por el veto ruso; cuando la producción española no cubre ni el 75 por ciento de su propio mercado y España gasta 1.000 millones de euros anuales en importar estos productos. Santalla insistió en que se trata de "contratos-basura" que no llegan a cubrir siquiera los costes de producción. Además, puntualiza que la industria, que siempre retrasó la firma, ahora pretende firmar antes de fin de mes y de la entrada en vigor del nuevo decreto lácteo. En su opinión, la industria desea tener el mayor número de contratos firmados con los bajos precios actuales, por lo que recomienda a los productores "que no se apuren a firmar".
Para el dirigente de UUAA, esta actitud de la industria es "un pulso" a su propia organización, al Gobierno central y a la Xunta y pide a la industria que "deje de dar palos a los productores" señalando que "es el momento de negociar" con las organizaciones de productores y "hacer frente común ante la distribución", porque, de lo contrario, "sería matar la gallina de los huevos de oro". Como representante de la organización estatal, Santalla le recomendó al Gobierno "que no se deje asustar y amenazar por las industrias" y tenga el "valor" de cumplir los acuerdos con el sector y publique el decreto.
Por su parte, el secretario general de UUAA, Roberto García, subrayó que Galicia tiene en estos momentos los precios más bajos de España, estando, al mismo tiempo, 4 céntimos por debajo de la media de los cinco países de los que importa, lo que no se puede justificar -dijo- por razones de mercado.
El sindicalista observó que, partiendo de un mes de enero en que Galicia lideró el precio en España con 39 céntimos, se pasó a un octubre en el que el precio medio fue de 32, situando así a la Comunidad 3 céntimos por debajo de Asturias y 7 de Andalucía, mientras que, en ese mismo mes, España registraba un precio medio de 36 céntimos, cuando la media de Dinamarca, Holanda, Francia, Alemania y Portugal se situaba en los 46,85 céntimos.
Tras apuntar que no hay precedente en los treinta últimos años de bajadas del precio en enero, denunció que la situación es una "estrategia concreta" de la industria francesa "que se quiere quedar con el mercado español". Por esto, García anunció que su organización actuará primero ante quien tiene las competencias con la Ley de Comercio, con denuncias judiciales por venta a pérdidas en la distribución -por ejemplo, el queso a 4,80 euros, por debajo de la leche de donde procede o las ventas del cartón de leche por debajo de 0,57 céntimos, lo que incumple la Ley de Cadena Alimentaria -.
Roberto García informó que desde su organización, junto con Ulega, promoverán la negociación antes del 31 de enero y solicitarán la creación de mesas con cada industria que recoge en Galicia para que se cumplan los contratos. Los cuales deben contar con la garantía de la propia negociación y de recogida de toda la leche producida, con un precio-base de partida, para todo el año, que cubra los costes de producción. En caso de incumplimiento de estas premisas, el dirigente sindical se procederá a su denuncia y "persecución comercial".
En caso de que la industria se niegue a estos extremos, el próximo 30 de enero se convocará una asamblea de Ulega, según anunció Roberto García, que agrupa a más de 2.100 productores, para "poner en marcha" movilizaciones y presión, "sin excluir una huelga de entregas". Por su parte, Santalla reiteró su denuncia de que se están produciendo "propuestas deshonestas" por parte de "alguna empresa", que plantea precios-base por debajo de los 30 céntimos, lo que -consideró- debe hacernos reflexionar, porque el objetivo es quedarse con el mercado español.
