Piden que se trate en A Coruña a dos niños iraquíes

Unos 325 saharauis participarán este verano en Galicia en el programa Vacaciones en Paz

La iniciativa permite que estos niños, acogidos por familias gallegas, reciban una tregua respecto a su vida como refugiados. Repiten 280
Participantes en la pasada edición del programa Vacaciones en Paz
photo_camera Participantes en la pasada edición del programa Vacaciones en Paz

Galicia acogerá este verano a 325 niños saharauis dentro del programa Vacaciones en Paz que organiza en la comunidad la asociación Solidariedade Galega co Pobo Saharaui. Gracias a esta iniciativa, los menores podrán disfrutar de un intercambio cultural durante los meses de julio y agosto que, además, supondrá para ellos una tregua frente a las duras condiciones de vida que experimentan a diario en campamentos de refugiados, marcadas por el clima constante de guerra y acuciadas en el estío por las altas temperaturas del desierto norteafricano, que alcanzan los 50 grados.

El número de niños y niñas saharauis es prácticamente idéntico al que vinieron el año pasado. Las dificultades de financiación implican que esta cifra quede circunscrita a las plazas de los dos aviones que sufragará la entidad solidaria con la ayuda de los concellos gallegos, de donantes particulares y de las familias de acogida. Pero a pesar de que los tiempos de recesión han hecho mella en el volumen del programa, que en sus mejores años registró en Galicia la llegada de alrededor de un millar de chavales, el compromiso de los gallegos se mantiene. "La respuesta de las familias nunca ha sido un problema", celebra Maite Isla, la presidenta de esta ONG encargada de gestionar en la comunidad un proyecto que se desarrolla anualmente desde 1991.

Se trata de una actividad realizada por petición expresa del gobierno de la República Árabe Saharaui Democrática y que, indica Isla, por desgracia sigue siendo tan necesaria como entonces. "Viajé la semana pasada al Sáhara y la verdad es que hay muchísimas carencias", lamenta para explicar que, a las inhóspitas características naturales de la zona, se suman las devastadoras consecuencias de las inundaciones del pasado otoño y la incidencia de la crisis económica. "Se nota muchísmo porque los almacenes de la Media Luna Roja estaban totalmente vacíos y a los hospitales les faltan muchos medicamentos", alerta Isla, que aprovecha para anunciar que, al respecto, su organización está preparando una campaña de recogida de alimentos y fármacos en Galicia. Precisamente, la atención sanitaria, facilitada por la Administración, es uno de los beneficios que, durante esta estancia en el país, podrán disfrutar los niños saharauis que así lo requieran.

No obstante, no son ellos los únicos que se enriquecen de estas vacaciones. Lo que comienza como una acogida solidaria, valora la presidenta de la asociación, termina despertando una gran implicación con la situación del pueblo saharahui por parte de las familias gallegas e incluso de su entorno. "Al final los niños lo son de toda la parroquia", dice. Prueba de esta vivencia positiva es que son 280 los críos que repiten viaje, en su mayor parte albergados de nuevo por las mismas familias. De hecho, el vínculo humano persiste gracias a los vuelos que organiza Solidariedade Galega co Pobo Saharaui dos veces al año para fomentar la reciprocidad del intercambio cultural, y que sean los gallegos quienes gocen de la hospitalidad de sus 'parientes' al otro lado de Gibraltar.



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