Una vecina de As Pontes se encuentra con una víbora de más de medio metro en su coche

Mari Luz Galego sospecha que el animal pudo haberse introducido en el vehículo durante una visita de su madre a la casa de la aldea de Maciñeiras ►"Os axentes de Medio Ambiente dixeron que era una víbora e aínda lles deu que facer, que se defendía"
La serpiente, en el salpicadero del coche. MARI LUZ GALEGO
photo_camera La serpiente, en el salpicadero del coche. MARI LUZ GALEGO

"Estaba tan ben colocadiña que parecía un xoguete", dice Mari Luz Galego, una vecina de As Pontes que este miércoles se llevó un buen susto al hallar una serpiente en el salpicadero del coche de su madre, que estaba aparcado en el garaje de su casa.

Como tantas otras veces, Mari Luz se disponía a sacar el coche del garaje. Abrió el capó, lo cerró y vio algo que no encajaba. No acabó de saber qué, por lo que se subió al vehículo dispuesta a encenderlo. Y fue entonces cuando tomó conciencia de lo que había justo frente a ella, una serpiente de más de medio metro. "Saín do coche mangada", dice y, aún sin creerse lo que veían sus ojos, golpeó el cristal "por fóra" para comprobar "se se movía ou estaba morta".

Se movió. La invitada inesperada, e indeseada, estaba viva, así que Mari Luz rápidamente llamó a su madre, Luz Divina. "Díxenlle tes un inquilino no coche e funlla ensinar, e ela sen medo ningún". recuerda. No le dejó retirarla a ella, sino que fue a pedir ayuda a un vecino a un bar próximo. "Chameino para que a viñese sacar, pero dixo que era unha víbora", por lo que, ante el riesgo de una posible mordedura, prefirieron alertar a la Policía Local.

Como esta no tenía medios para recogerla, y los bomberos del Eume estaban en un incendio en Mañón, se dio aviso a dos agentes de Medio Ambiente, que acudieron con una pinza y una caja para retirar el animal. "Eu non teño nin idea, pero eles dixeron que si que era una víbora e aínda lles deu que facer, que se defendía", dice Mari Luz, que temía que el animal intentase refugiarse en el coche y fuese mucho más difícil sacarlo.

No saben de dónde pudo salir, si bien sospechan que tuvo que esconderse en el coche el lunes, cuando su madre fue a su casa de la aldea de Maciñeiras para atender a los animales. "O coche estivo fóra, aparcado debaixo dun carballo", recuerda Mari Luz, contenta de que, pese al susto, todo haya quedado en una anécdota.

"Miña nai tivo sorte, porque lle puido saír cando viña da casa para o pobo, e a saber que pasaría", dice. Ese día no notaron nada raro y el martes no usaron el coche por lo que no se encontraron con la desagradable sorpresa hasta el miércoles. "Susto levei, porque non me gustan nada", reitera Mari Luz sobre un "incrible" suceso que, a buen seguro, prefiere que no se repita. De hecho, asegura que, aunque su madre ha vuelto a subirse al coche como si nada, ella lo revisa "ben revisado".