Unos 400 vecinos del municipio coruñés de Valdoviño, afectado por el desborde de una laguna protegida, se han concentrado hoy en la explanada del aparcamiento de la playa de A Frouxeira para llamar la atención de las autoridades sobre la situación que padecen.
Desde mediados de diciembre ha subido el nivel del lago, que ha inundado buena parte del paseo marítimo y bloqueado la única pista de acceso a una veintena de casas en la zona.
Los propietarios de las casas afectadas mantienen un encierro en la planta baja del Ayuntamiento desde el pasado 23 de diciembre, donde han celebrado la Nochebuena, la Nochevieja y Reyes, y hasta la fecha, han remitido sin éxito escritos de denuncia a la Fiscalía del juzgado ferrolano y al Valedor do Pobo reclamando una intervención.
La laguna de A Frouxeira es un espacio protegido por su valía ambiental con cinco figuras legales (Red Natura, LIC, ZEPA, Ramsar y humedal internacional) y donde la Unión Europea ha prohibido cualquier intervención humana para regular el caudal, a raíz de una obra mal ejecutada en 2009 con el permiso de la Consellería de Medio Rural que prácticamente secó el lago.
A finales de diciembre, los técnicos de Medio Rural, Aguas de Galicia y Costas acordaron colocar enormes sacos de arena en la puerta de las fincas particulares para frenar el avance del agua, que achican con cinco bombas.
Sin embargo, a juicio de los vecinos esta solución no está funcionando y reclaman que se les permita abrir un pequeño caño de desagüe entre el humedal y el mar, como se realizaba históricamente, para aliviar la presión hídrica sobre sus casas.
En el acto, los vecinos afectados por las inundaciones han defendido la legalidad de sus construcciones, edificadas en los 80, y han exhibido una pancarta en la que responsabilizaban a los "expertos" de la mala gestión del humedal.
Confían en la que próximas mareas vivas alcancen la laguna, a muy pocos metros del borde litoral, y que sea el mar el que se encargue de abrir un camino para evacuar el exceso de agua del humedal. Varias patrullas de a Guardia Civil vigilaron la concentración a pocos metros de distancia.
