La verbena está de vuelta en Galicia, aunque con menos orquestas y menos fechas de lo habitual. Son las secuelas de dos años de pandemia sobre un sector especialmente castigado por el covid. Aproximadamente medio centenar de orquestas y grupos no estará este verano en la carretera, entre un 15% y un 20% de los algo más de 200 que hay en cartel, sin contar dúos, tríos ni charangas.
También hay menos fiestas porque hasta el mes de marzo había restricciones sanitarias y mucha incertidumbre sobre el futuro. Sin embargo, la pandemia también tuvo un efecto positivo: consolidó la verbena como el modelo de ocio favorito para este verano.
Aire libre, espacio suficiente y amplitud de horarios son algunos de los ingredientes que convierten las fiestas tradicionales en un auténtico imán para la gente, "especialmente para la juventud", resalta Víctor Antón, de la agencia Gaias Eventos.
Él está siendo testigo este verano, noche tras noche, de esas citas multitudinarias que, además, "destacan por su buen ambiente y su baja conflictividad" a pesar de la masificación.
Pero la verdadera causa del boom verbenero gallego, además de estos años de ganas contenidas, hay que buscarla encima del escenario —la palabra palco ya se queda pequeña—, en el nivel y profesionalización de las orquestas de Galicia. Son un espectáculo itinerante cada vez más demandado. Si eran habituales sus salidas a Asturias, Castilla y León o Madrid, ahora también tienen fechas en Levante "e incluso este ano teño demandas de Xaén". "Están chamando de lugares de onde nunca antes o fixeran".
Lo dice Flor Gasalla, de la agencia lucense Musicalia. Ella constata lo mismo que Víctor Antón: "Hai máis xente nas festas e máis demanda do que esperabamos", por lo que será un buen verano para el sector
Todo con el matiz de que hay menos oferta de orquestas y fiestas. "A pandemia deixou grupos polo camiño: uns definitivamente porque non aguantaron e outros porque non se atreveron a saír, xa que desde marzo houbo pouco tempo para as comisións, pero tamén para que as orquestas preparasen repertorios ou infraestruturas, que nas formacións galegas son de moito nivel".
Esa realidad convierte en grandes beneficiarios del verano a los dúos y los tríos. "Traballan como nunca", admite Gasalla. "Por semana, fins de semana...". Es lógico, porque muchas comisiones optaron por recuperar la fiesta pero sin arriesgar aún, porque el covid sigue ahí. Y nada mejor que un pequeño dúo o trío para hacerlo económico. "Este es, en sentido, un verano de transición", apunta Víctor Antón.
¿Y las orquestas grandes? Pues también trabajan. Las top como Los Satélites, Panorama, París de Noia, El Combo Dominicano, Marbella, Olympus, Fania, Cinema... están a tope. El 2 de julio —coincide el San Pedro—, 16 de julio —Carmen—, 6 de agosto —fiestas en media Galicia— o 15 de agosto —Asunción— ya no hay mucho catálogo donde elegir. Y el resto del verano las formaciones gallegas tienen bastantes fechas.
Cosa distinta es a que precios. Desde la agencia Go Music, que lleva a Panorama y al Combo, prefieren no dar cifras, porque es "algo muy aleatorio". "Cambia mucho de un día a otro, de un lugar a otro, de un espectáculo a otro...". Así es imposible hacer una media, aunque hoy se puede contratar música desde 1.000 o 1.500 euros hasta pagar más de 20.000 por alguna de las top.
"Os prezos subiron porque subiu todo", explican. "Panorama ou París, que desprazan catro tráilers e un autobús, ao prezo actual do gasóleo, teñen que repercutilo na tarifa", igual que ocurre con las dietas de sus 40 nóminas. Por eso "intentamos concentrar as actuacións en Galicia".
El 70% de la gente
La USC cifró en 2.387 los festejos con verbena y 5.743 actuaciones. El 70% de los gallegos va al menos una vez al año de fiesta.
50.000
Familias viven de la verbena gallega, que genera 5.000 empleos directos solo con las orquestas.