Vila de Cruces inaugura la réplica del primer coche fabricado en Argentina

Su creador, Manuel Iglesias, fue natural del concello y en 1903 comienza la construcción del auto en la Ferrocal Central Argentino
Rueda, Rodríguez, Miranda y Otero durante la inauguración de la réplica en Vila de Cruces
photo_camera Rueda, Rodríguez, Miranda y Otero durante la inauguración de la réplica en Vila de Cruces

El emigrante gallego Manuel Iglesias fabricó durante su estancia en la República Argentina el primer coche del país, y aunque murió ignorando la trascendencia de su obra, este sábado la pontevedresa localidad de Vila de Cruces, de la que es natural, ha descubierto una réplica en hierro de este vehículo.

Según ha recordado la Xunta en un comunicado, Iglesias aprendió el oficio de carpintero y entró como empleado del Ferrocal Central Argentino. En 1903 pidió el traslado a la ciudad de Campana (Argentina) donde comenzó la construcción del primer coche del país, mediante el cual se consolidó la pegada gallega en la sociedad argentina. El proceso duró cuatro años, y todas las piezas fueron realizadas por el vecino de Vila de Cruces. La carrocería estaba constituida por un asiento de madera con capacidad para dos personas, y el arranque se manejaba con una manivela. Además, no tenía acelerador y su velocidad máxima era de 12 kilómetros hora.

Este sábado, el vicepresidente de la Xunta, Alfonso Rueda; el conselleiro de Cultura, Educación e Ordenación Universitaria, Román Rodríguez; y el secretario xeral de Emigración, Antonio Rodríguez Miranda, junto al alcalde del municipio Jesús Otero, han acudido al lugar donde se ha descubierto un réplica de este vehículo que, según ha apuntado Rueda, "representa la pegada histórica de los gallegos en los países en los que se asentaron".

MUSEO LOCAL. Otro de los ejemplos de esta influencia es el nombramiento de un museo local del municipio de Campana (Argentina) con el nombre de Manuel Iglesias. Gracias a la iniciativa del emigrante gallego, la ciudad es la "cuna del automóvil nacional" argentino. Asimismo, alrededor de la localidad se ha desarrollado una importante red de industrias auxiliares del sector, según ha destacado la Xunta, y además, registra un importante tráfico portuario, relacionado con este sector.

Con todo, Manuel Iglesias murió ignorando la trascendencia de su obra y ha sido su hijo, Juan Carlos Iglesias, el responsable de conservar el automóvil en excelentes condiciones. Además, el ingeniero Arnoldo Lucius ha sido "su guía" en la investigación que culminó con su reconocimiento.

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