Villares denuncia la ''reducción progresiva'' del presupuesto

El presidente del Consello da Cultura, Ramón Villares en una imagen de archivo (AEP)
photo_camera El presidente del Consello da Cultura, Ramón Villares en una imagen de archivo (AEP)

El presidente del Consello da Cultura Galega (CCG), Ramón Villares, presentó en comisión parlamentaria los presupuestos de la institución para 2014, que "desde 2008 se viene reduciendo progresivamente", y se eleva a 2,3 millones de euros, un 2,45 % menos que en 2013.

El responsable de la institución reconoció que la situación de crisis obliga a este ejercicio de austeridad y a intentar hacer el mismo trabajo con menos recursos.

Tras el balance de actuaciones en 2013, en que confió llegar a una ejecución presupuestaria del 85 al 90 por ciento, recordó que la carga del capítulo de personal supone el 52 por ciento, que se había acordado una reducción del 15 por ciento en los pagos por asistencias a reuniones y que tanto el plenario, como la ejecutiva y el presidente no tienen salario.

Villares insistió en que el Consello se había adaptado al "contexto de dificultades" para realizar sus labores de asesoramiento, preservación de los valores culturales y proyección exterior de la cultura gallega, "que seguimos haciendo -dijo- con la eficacia demandada para el contexto de recursos".

Para 2014, avanzó que parte de la actividad del CCG se centrará en las figuras de Rosendo Salvado, como defensor de los aborígenes australianos y el reconocimiento de su cultura, así como del escritor galaico-cubano Lino Novás Calvo, del que la familia ha cedido doce cajas de material para su estudio y catalogación y al que autores como Cabrera Infante o Alejo Carpentier consideraban una de las principales figuras del cuento americano.

También avanzó que el Consello se ha adelantado, a falta de la esperada petición formal, a constituir una comisión para elaborar un informe sobre la colección de arte de las antiguas cajas de ahorro, de la que dijo que, sin adelantar los resultados, que defenderá su unidad y permanencia en Galicia.

De la labor en el exterior, señaló lo que supone de presencia de la cultura gallega en el mundo y, en referencia a la lengua, dijo que es una "pasarela extraordinaria" entre las dos grandes lenguas ibéricas, el castellano y el portugués, "que también es gallego, aunque los propios portugueses no lo entiendan como tal".

En síntesis, Ramón Villares defendió la cultura como un "valor estratégico", "como inversión y no como gasto o despilfarro" y, sobre los presupuestos, apuntó que son menores, pero permitirán "mantener la velocidad de crucero".

Todos los grupos, tanto de la oposición como el que apoya al Gobierno, valoraron el trabajo del Consello y, mientras los primeros subrayaron la reducción presupuestaria desde 2010, Agustín Baamonde, del PPdeG, subrayó el "realismo crítico" de Villares frente a la "realidad fantasiosa" que describen -afirmó- los portavoces opositores.

Dijo que el planteamiento de éstos es "excesivamente simple", al considerar que los problemas de la cultura son los recortes ideológicos del PP, de manera que cuando deje el poder se resolverán, cuando las causas son mucho más profundas, para lo que puso el ejemplo del "minifundismo feroz" en el sector editorial o la falta de reacción ante las nuevas tecnologías en el de la música grabada o el cine.

Para Baamonde, hay otros problemas "estructurales", como la "excesiva dependencia" de la cultura de la subvención y ayudas públicas y la idea del "gratis total" o el "localismo", por lo que reflexionó sobre soluciones como la mayor incorporación del "mundo privado" a la financiación de la cultura, para "romper la dependencia de los poderes públicos".

La socialista Concepción Burgo, por su parte, resaltó la singularidad del Consello da Cultura en el contexto autonómico y la dificultad de tener que "inventarse" a sí mismo con éxito.

La que llamó "parte mala" fue precisamente la presupuestaria y subrayó que, desde 2010, con el primer presupuesto del actual Gobierno, la reducción fue del 20 por ciento en el Consello da Cultura, que se elevó al 55 por ciento en los capítulos de inversión para realizar su actividad.

Comentó que esta reducción del 55 por ciento es la misma que en términos generales ha experimentado el presupuesto cultural de Galicia que, en el caso de la normalización lingüística, se elevó al 75 por ciento.

Por AGE intervino Xavier Ron, que felicitó al presidente del Consello por su "dura tarea" y la "auténtica rendición de cuentas" a que se somete ante la Cámara.

Ron dijo que la política cultural de la Xunta es de "canibalismo", porque, a su entender, presupuesta en contra de los elementos que definen a los gallegos como pueblo y su lengua, que, a su vez, son los que definen a la propia Xunta y concluyó que es "fundamental que la Xunta escuche lo que le dice el Consello da Cultura".

Finalmente, la portavoz del BNG Ana Pontón consideró que la política del actual Gobierno "lleva al sistema cultural gallego a la asfixia", por lo que sugirió que el Consello realice un informe sistemático sobre el impacto real que los recortes a la cultura gallega tendrán, no solo en el corto plazo.

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