Luís Villares insiste en que En Marea trabaja desde el consenso

Noriega se desmarca de la pugna pública aunque ferreiro insiste en hostigar al doble portavoz en su crítica a la ruptura del equilibrio interno
Luís Villares, tras ser elegido portavoz orgánico de En Marea
photo_camera Luís Villares, tras ser elegido portavoz orgánico de En Marea

El conflicto abierto en En Marea desde la elección de los once miembros de la coordinadora del partido instrumental tiene visos de enquistarse, dado el marcado antagonismo entre sus primeros espadas. Este lunes, el portavoz parlamentario y orgánico de la formación, Luís Villares, reivindicó el trabajo "participado e consensuado" del nuevo órgano rector para salir al paso de las críticas del alcalde de A Coruña, Xulio Ferreiro, acerca del "risco" que supone el desequilibrio de fuerzas dentro de esta dirección. Y, sin embargo, el regidor herculino abundó en su ataque contra la ruptura del "consenso " que, insiste, se ha producido entre estas corrientes.

"O único risco" que existe es para el PP, pues En Marea está "a disputarlle a hexemonía", zanjó este lunes Villares, quien afirmó que "a articulación dunha maioría ou outra nun concreto momento dentro dunha dirección non ten carácter estratéxico" a efectos políticos. No obstante, el líder de En Marea puntualizó que los doce que rechazaron votar para la elección de la coordinadora "están integrados " igualmente en el Consello das Mareas, que es "un órgano de dirección " cuyo trabajo pretende ser "participado y consensuado" entre el sector oficial y el crítico. Y para tal fin, aseguró el magistrado lucense, se están "tendendo pontes" desde "o primeiro momento".

Pero la visión de Ferreiro, uno de los impulsores del partido instrumental y principal rostro de la oposición interna a Villares, es por completo opuesta. Preguntado en Radio Galega por la elección del portavoz en la Cámara también como portavoz orgánico, el alcalde de A Coruña reiteró que el procedimiento "rompeu o consenso e o equilibrio" en la representatividad de las sensibilidades del partido y avisó de que "non sería bo darlles argumentos" a los que no consideran estratégica la confluencia.

Quien se desmarcó de la pugna fue el regidor de Santiago, Martiño Noriega, también crítico con la nueva dirección. Así, prometió que no seguirá "metendo ruído" en asuntos internos y añadió que "tense que falar doutro tipo de cuestións", mientras que En Marea "debe centrarse en construír un espazo de pluralidade e ruptura".

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