Vista para sentencia la causa contra el docente acusado de abusos a alumnas

El juicio contra el profesor del colegio de Celanova acusado de un delito continuado de abusos sexuales a seis alumnas en 2011 ha quedado hoy visto para sentencia, tras la declaración de los peritos que formaron parte del comité técnico que evaluó a las menores.

En sus declaraciones en la segunda sesión de esta vista oral, que se realizaron esta mañana vía conexión telefónica, los expertos manifestaron que, en la reunión con las supuestas víctimas, no hallaron indicios suficientes sobre la veracidad de estos hechos y tampoco "tipo de secuela" alguna tras lo hipotéticamente sucedido.

Las acusaciones, fiscalía y acusación particular, se ratificaron en sus conclusiones y mantienen su petición de 30 años de prisión para el acusado por supuestos abusos que habrían sido cometidos durante el periodo previo a la Semana Santa de 2011.

En este tiempo, el docente habría dado "besos en la boca a las alumnas cuando hacían bien los deberes o exámenes" y también las habría sometido a tocamientos, ello siempre según el escrito de la fiscalía.

A la salida del edificio judicial, el letrado de la acusación particular apuntó a los informadores que los peritos "poco aclararon" en sus testimonios a la hora de ratificar, o no, la veracidad del relato de las menores, por lo que entiende que el juicio "se reducirá a la declaración del acusado y a la veracidad del testimonio de las menores".

"Con los relatos tan breves de las niñas no les fue suficiente para determinar si estaban diciendo la verdad o mentira", ha esgrimido Adolfo Diz, quien espera que estos informes "no tengan demasiada trascendencia" a la hora de dictaminar el fallo.

El profesor de matemáticas Manuel A.G., además de tutor en el centro, negó ayer que realizara tocamientos a seis alumnas de quinto de Primaria del colegio Curros Enríquez de Celanova.

El docente negó así todo ilícito en el juicio que se celebró a puerta cerrada, y que contó con la declaración de cerca de treinta testigos.

En el día de ayer un inspector de Educación ratificó esta versión al argumentar que fue un comportamiento del "típico profesor afectuoso", en el que no había ánimo de obtener una satisfacción sexual.

El segundo día de juicio, que acogió la Audiencia Provincial, concluyó, tras hora y media, con las periciales y las conclusiones, en las que se ratificaron todas las partes.

La acusación particular y Fiscalía piden 30 años de prisión para este ex profesor.

Por su parte, el abogado de la defensa, José Manuel García Sobrado, se ha remitido a los informes periciales para tratar de demostrar que "no existe ninguna secuela de tipo psíquico", que, según ha dicho, es "habitual en los casos de abusos sexuales".

"Ninguna de las niñas presenta ninguna secuela", ha abundado, motivo por el cual quita veracidad al testimonio de las seis menores: "La imputación es falsa".

Las alumnas, en sus declaraciones de ayer, corroboraron la existencia de supuestos abusos sexuales por parte de este profesor.

Padres de las menores, los cuales estuvieron en sede judicial, han asegurado, basándose en el testimonio de varias niñas, que este docente les había dado "besos en la boca" y que les había realizado tocamientos que atribuyeron, en un primer momento, "a un malentendido".

El letrado de la defensa ha señalado que las periciales aportadas esta mañana benefician a un hombre al que "sentaron en el banquillo sin razón".

Además, criticó que la sala no haya admitido parte de sus testificales y cuestionó la acusación vertida por el fiscal, en la que se habría referido incluso, -en base a sus palabras-, a las madres que se encontraban en el comedor de no haber hecho nada para impedir estos comportamientos.

"Si hace esa imputación -el fiscal-, tendrá que pedir testimonio por encubrimiento", advirtió García Sobrado, quien tras recordar que en el comedor había "más de doscientas personas diarias", manifestó que no hubo "ni una persona que diga que ha visto algo, y ni los compañeros de clase corroboran los hechos" imputados a este hombre al que "ya le han destrozado la vida siendo inocente", sentenció.

La sala tendrá que dilucidar la veracidad de los hechos, si fueron simples caricias, propias de un profesor afectuoso, como expone Educación, o un delito continuado de abusos a seis menores.

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