Fernández Alvariño augura ''un 2015 espectacular''

La conselleira de Facenda, Elena Muñoz, y el presidente de la Confederación de Empresarios de Galicia (CEG), José Manuel Fernández Alvariño, se han mostrado hoy favorables a subir los salarios en aquellas empresas y sectores en los que sea posible ante la llegada de un positivo y recuperado año 2015.

Fernández Alvariño ha intervenido esta mañana en el Fórum Europa. Tribuna Galicia celebrado en un hotel coruñés, donde ha trasladado su optimismo en la recuperación económica del país y ha augurado un 2015 "espectacular", por lo que cree que se pueden aumentar los salarios, hasta un 1,5%, en los sectores más fuertes. "Los empresarios queremos aumentar los salarios porque es la rueda de la economía", ha enfatizado el presidente de la patronal gallega, que no obstante ha eludido concretar de qué sectores se trata y ha reiterado: "Patrocinamos y apoyamos un aumento normal y en algún sector determinado" de entre un 0,5 y un 1,5 %.

En este sentido, la titular de Facenda ha compartido la posibilidad de aumentar los salarios "en empresas en las que sea posible y haya horizonte" para ello, mientras que las que están consolidando la recuperación económica "tendrán que esperar un poco más". En todo caso, ha abogado por "ser todos prudentes en este momento" porque el país se encuentra en un "cambio de tendencia consolidado" de la economía y cualquier decisión que se tome "debe ser siempre bien analizada".

Muñoz ha coincidido también con el presidente de la patronal gallega en que "2015 será el año de la generación de empleo neto" en la comunidad, un año que para Fernández Alvariño será además "espectacular" con más gasto e inversión pública ante la celebración de elecciones. "Estamos cansados de ser pesimistas, quiero ver a Galicia con vocación de liderazgo", ha asegurado el presidente de la CEG, quien ha confesado que aunque la conselleira de Facenda le aconseje "que frene el optimismo", él insiste en que no quiere porque "la economía es también una declaración de intenciones".

Ha sostenido que su optimismo se basa "en la constatación de números concretos", como el repunte del consumo interno, el aumento del gasto e inversión pública ante la llegada de un año de elecciones, o la reforma fiscal, con la que "va a ir dinero directamente al bolsillo del ciudadano".

El 82 % de las pymes piensan que su negocio va a aumentar o mejorar, ha detallado según datos de una encuesta, y además la banca "está dando crédito", una mejoría que se refleja en la actitud del Gobierno ya que, si bien el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, tenía hasta ahora un gesto "constreñido, rígido", que "frenaba", "la cara de Montoro es hoy más relajada porque empieza a haber dinero en caja".

Durante su intervención, Fernández Alvariño ha hecho además un llamamiento a los sindicatos para avanzar en la concertación social y ha abogado por la "unión y sintonía política y empresarial" para lograr "resultados óptimos" en el avance económico de Galicia y "actuar como un territorio vertebrado que especializa sus recursos".

Entre otros aspectos ha instado a la coordinación aeroportuaria porque no puede haber "localismos exacerbados que impiden cualquier movimiento", así como portuaria y universitaria, y ha animado a la gestión del conocimiento, la internacionalización de mercados o las infraestructuras como el AVE, porque "hay dinero para eso".

Ha propuesto profundizar en la reforma fiscal porque "fuimos un poco timoratos" en la rebaja de impuestos sobre todo a las familias; se ha mostrado partidario de la fusión de ayuntamientos para ahorrar gastos; ha planteado alejarse de la "autocomplacencia" y evitar "contiendas electorales", una reducción "drástica de la deuda de las administraciones", una política "de rigor" sobre los recursos públicos o la financiación de circulante si hay demanda.

Sobre la banca y su apuesta por el empresariado gallego asegura que "eso sí que es bueno".

Fernández Alvariño aspira a liderar una "unión empresarial sin personalismos" y propone en el marco interno la limitación de mandatos y la no acumulación de cargos, así como mantener la entidad con sus propios recursos, sin subvenciones.

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