Este alimento de culto en Pontevedra es una fuente nutrientes y es clave para piel y cabello

Foto de Ostras. PIXABAY
Este manjar marino, protagonista de una multitudinaria fiesta en Arcade, aporta zinc, omega-3 y vitaminas esenciales para la salud general del organismo

Las ostras, auténtico tesoro gastronómico de Pontevedra, se han consolidado como un alimento de culto que va mucho más allá del placer culinario. Este manjar marino, además de deleitar los paladares más exigentes, constituye una potente fuente de nutrientes esenciales que benefician múltiples aspectos de nuestra salud, desde el fortalecimiento del sistema inmunológico hasta la mejora visible de piel y cabello. La reciente Festa da Ostra de Arcade ha vuelto a poner de manifiesto la importancia cultural y nutricional de este producto gallego que despierta pasiones en la localidad pontevedresa.

La XXVII edición de la Festa da Ostra celebrada en Arcade (Soutomaior) ha superado todas las expectativas, estableciendo un auténtico récord de asistencia y consumo. Las estimaciones apuntan a que más de 35.000 personas asistieron a esta celebración, que registró lleno absoluto.

Propiedades nutricionales excepcionales de las ostras

Las ostras son reconocidas por su extraordinario perfil nutricional, convirtiéndolas en uno de los alimentos más completos del mar. Estos moluscos bivalvos destacan especialmente por su elevado contenido en zinc, mineral esencial para el funcionamiento óptimo del sistema inmunológico y la regeneración celular. Un consumo habitual de ostras puede contribuir notablemente al aporte diario recomendado de este mineral, fundamental para procesos tan diversos como la cicatrización, la fertilidad y el desarrollo cognitivo.

Además del zinc, las ostras constituyen una excelente fuente de hierro, calcio, magnesio y selenio, así como de vitamina A y vitaminas del complejo B, con especial relevancia de la B12. Este conjunto de nutrientes resulta vital para mantener la función inmunológica adecuada, favorecer la salud cardiovascular y garantizar los niveles energéticos diarios que nuestro organismo necesita.

Beneficios cardiovasculares demostrados

Los expertos en nutrición destacan especialmente el papel protector que las ostras pueden desempeñar en nuestra salud cardiovascular. La razón principal radica en su riqueza en ácidos grasos omega-3, compuestos que han demostrado científicamente su capacidad para reducir la inflamación sistémica y mejorar el perfil lipídico sanguíneo. Este efecto combinado puede traducirse en una disminución significativa del riesgo de desarrollar patologías cardiovasculares como la aterosclerosis, los accidentes cerebrovasculares o el infarto de miocardio.

El consumo regular de ostras, como parte de una dieta equilibrada, podría contribuir a mantener niveles óptimos de colesterol HDL (el denominado "colesterol bueno") y a reducir las concentraciones de triglicéridos en sangre, dos factores clave para preservar la salud del sistema circulatorio a largo plazo.

El secreto de una piel radiante y un cabello fuerte

Uno de los beneficios más valorados de las ostras, especialmente en el ámbito de la belleza natural, es su impacto positivo sobre la piel y el cabello. El zinc y los antioxidantes presentes en estos moluscos juegan un papel fundamental en la salud cutánea, ayudando a reducir los signos del envejecimiento prematuro y favoreciendo la regeneración celular.

El zinc, en particular, participa activamente en el proceso de renovación de la piel y en la síntesis de colágeno, proteína responsable de mantener la elasticidad y firmeza cutáneas. Asimismo, este mineral es fundamental para un crecimiento capilar saludable, contribuyendo a prevenir problemas como la caída excesiva del cabello o la fragilidad del mismo. No es casualidad que muchos dermatólogos y expertos en tricología recomienden incluir alimentos ricos en zinc, como las ostras, en la dieta habitual de personas con problemas capilares.

Impacto en el sistema nervioso y la salud mental

Las ostras también pueden desempeñar un papel relevante en el mantenimiento de nuestro bienestar neurológico y mental. Su riqueza en vitaminas del complejo B, particularmente la B12, las convierte en aliadas para el funcionamiento óptimo del sistema nervioso central y periférico. Estas vitaminas participan en numerosos procesos metabólicos relacionados con la transmisión de impulsos nerviosos y la síntesis de neurotransmisores.

El consumo regular de alimentos ricos en estas vitaminas, como las ostras, podría contribuir a prevenir problemas neurológicos como la neuropatía periférica, así como a mantener funciones cognitivas como la memoria, la concentración y el aprendizaje. Algunos estudios sugieren incluso una posible relación entre niveles adecuados de vitamina B12 y menor riesgo de deterioro cognitivo asociado a la edad.

Fortalecimiento óseo y muscular

La salud ósea también se beneficia significativamente del consumo de ostras. Estos bivalvos aportan una combinación ideal de calcio, fósforo y magnesio, tres minerales esenciales para el mantenimiento de una estructura ósea fuerte y resistente. El calcio es el componente principal del tejido óseo, mientras que el fósforo y el magnesio participan activamente en su metabolismo y absorción.

Incorporar ostras a la dieta habitual puede contribuir a prevenir enfermedades como la osteoporosis, especialmente relevante en mujeres posmenopáusicas y personas de edad avanzada. Además, estos minerales también desempeñan un papel importante en la función muscular, favoreciendo la contracción adecuada de las fibras y previniendo calambres y fatiga.