Cada uno por su lado: 15 años del divorcio de los duques de Lugo

La infanta Elena y Jaime de Marichalar no tienen relación. La decisión de ser influencer de su hija Victoria ha terminado de separarlos
La infanta Elena y Jaime de Marichalar, los otrora duques de Lugo. AEP
photo_camera La infanta Elena y Jaime de Marichalar, los otrora duques de Lugo. AEP

Se cumplen 15 años del mediático divorcio de la infanta Elena y Jaime de Marichalar, duques de Lugo. El 13 de noviembre del año 2007, se lanzó un comunicado desde La Zarzuela anunciando "el cese temporal de la convivencia conyugal de los duques de Lugo", término que acuñó la propia Casa Real para que la noticia no sonara tan contundente.

Así terminaban doce años de matrimonio y dos hijos en común, Froilán y Victoria Federica, que entonces tenían nueve y siete años, respectivamente. Quince años después, la relación entre la infanta Elena y Jaime de Marichalar es inexistente: cada uno ha hecho su vida por su lado.

Nada queda ya de la maravillosa boda que celebraron en la catedral de Sevilla. Tampoco de los dos años de estancia en París, ni del tiempo que pasaron en su residencia de Madrid, donde nacieron sus dos hijos.

Desde el 2007, la infanta Elena y Jaime de Marcihalar apenas tienen contacto, más allá de lo estrictamente necesario por cuestiones familiares relativas a Froilán y Victoria Federica.

De hecho, según varios medios como Marie Claire, la expareja se reencontró en el cumpleaños de Ira de Fürstenberg y ni siquiera llegaron a saludarse. Además, desde enero de 2010, el exduque de Lugo dejó de aparecer en la foto de familia de la Casa Real española, y, desde entonces y hasta hoy, sigue su camino al margen de la realeza.

Jaime de Marichalar, que cumplió 59 años el pasado mes de abril, procura mantenerse lo más alejado posible, no solo de Zarzuela y de la infanta, sino también del foco mediático.

No obstante, y a pesar del polémico divorcio, el exduque siempre ha sido alabado por cuidar mucho la relación con sus dos hijos, por los que siente profunda admiración. Por eso, en alguna ocasión ha asistido junto a Victoria Federica -actualmente modelo e influencer- a algún evento relacionado con el mundo de la moda.

Al parecer, es Jaime de Marcihalar el único que anima a la joven de 22 años a seguir con sus proyectos en las redes sociales, que se han convertido en su principal fuente de ingresos.

Tanto es así que este sería el principal motivo de disputa entre sus padres, ya que a la infanta Elena no le hace ninguna gracia la nueva vida que lleva su hija. Tampoco parece que lo de ser influencer haga gracia en el seno de la Casa Real, ya que la propia reina Letizia ha afirmado, según fuentes cercanas a Zarzuela, estar en total desacuerdo con la "profesión" elegida por Victoria Federica, que sigue haciendo lo que le gusta sin escuchar los consejos de su madre y de su tía.

En cambio, su hermano Froilán, que dio muchos titulares cuando era más joven, ha optado por mantener su vida privada lejos de los medios de comunicación.

Por su parte, la infanta Elena, que el próximo mes de diciembre cumplirá 59 años (solo es seis meses menor que su exmarido) lucha por llevar una vida privada lo más lejos posible de los medios, algo que le resulta más complicado que a su ex por ser quién es.

En cualquier caso, la hija de los Reyes no ha pasado por su mejor momento: a la preocupación por las polémicas salidas nocturnas de Froilán, se sumó el salto a la fama de Victoria. Y es que, aunque su hijo ha reconducido su vida y parece que se ha convertido en un joven formal, su hija ha cogido otros derroteros. Estudiar o cursar una carrera no parece estar entre sus proyectos más inmediatos, para disgusto de su madre.

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