Videollamadas con cabras: la idea que salvó a una granja de Lancashire de la quiebra

La iniciativa le ha generado ya ingresos por valor de 50.000 libras a su impulsora
photo_camera La idea, que empezó como una broma, le ha generado ya ingresos por valor de 50.000 libras a su creadora

La pandemia del coronavirus ha cambiado drásticamente la manera de relacionarnos. Consciente de ello, Cronkshaw Farm, una granja ubicada en Lancashire (Inglaterra), ha desarrollado una divertida idea para amenizar las videollamadas, tan frecuentes en la actualidad. 

Dot McCarthy, la responsable de la explotación, asegura que la iniciativa "empezó como un chiste -poniendo cabras en videollamadas para gastar una broma a la gente durante su rutina laboral- y realmente se ha vuelto una chifladura". Así, los ingresos que ha obtenido en su primer año de vida llegan a 50.000 libras, de modo que ello le ha permitido mantener los puestos de empleo de sus trabajadores pese a las dificultades económicas derivadas de la crisis generada por el coronavirus. 

"Digamos que tienen una videollamada de trabajo o una llamada familiar muy larga que se vuelve aburrida. Hacen una reserva para que una cabra se una a ustedes y ver si sus compañeros de trabajo se dan cuenta", expone la granjera.

En pautas generales, la idea consiste en que ella misma o alguno de los empleados de la explotación se unen a la videollamada a través de apps como Zoom ofreciendo la filmación de alguna de sus siete cabras, entre las que los clientes pueden escoger. La tarifa es de cinco libras, lo que equivaldría a unos seis euros, por cinco minutos en cualquier plataforma de videollamada.

Sin embargo, este no es el primer proyecto loco con el que Dot McCarthy le ha hecho frente a las dificultades. Antes de ello, ya había ofrecido visitas guiadas al complejo, demostraciones de perros pastores, habitaciones hoteleras y hasta yoga con cabras.

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