Iñaki López se vio obligado a realizar un parón en su carrera como conductor de La Sexta Noche a causa de una patología ocular. Así, el presentador se conectó en directo al programa, explicando a los telespectadores que "en una revisión rutinaria" le habían "detectado un desprendimiento de retina".
Aunque la cirugía no resulta extremadamente complicada ni molesta, el profesional aseguró que "el postoperatorio es una especie de potro de tortura que te obliga a estar mirando hacia el suelo durante diez días", por lo que se verá apartado del formato durante una temporada.