Los Pumas atacan a Dani Alves

El equipo del brasileño le pide cinco millones de dólares por violar una cláusula de conducta ► La prima y una amiga de la joven que acusa al futbolista de violación ratifican su declaración ► La jueza ofrece a una de ellas denunciarlo por tocamientos
Dani Alves alza el puño tras conseguir un triunfo con Los Pumas. EFE
photo_camera Dani Alves alza el puño tras conseguir un triunfo con Los Pumas. EFE

Los Pumas Unam del fútbol mexicano le han pedido al brasileño Dani Alves, al que despidieron el pasado 20 de enero, una indemnización de 5 millones de dólares por violar una cláusula de conducta de su contrato cuando fue acusado de agredir sexualmente a una mujer en una discoteca de Barcelona.

Los felinos le rescindieron el contrato a Alves el mismo día que fue detenido en la ciudad catalana, ya que la directiva del cuadro universitario consideró que su presunta agresión sexual "perjudicó la filosofía" del club.

Según el medio de comunicación UOL Sporte, además de la rescisión de contrato aquel 20 de enero, los ejecutivos de Pumas también le mandaron un correo electrónico a Alves en el que le informaron de su salida del equipo y le solicitaron la indemnización millonaria.

Los Pumas exigen el pago por la cláusula de conducta en el contrato en la que podían penalizar al exlateral del Barcelona por "la participación en casos de dopaje", "en cualquier escándalo que se haga público" o en "cualquier acto que sea considerado delito bajo la ley del país en el que tuvo lugar".

De acuerdo con UOL, el cuadro con sede en Ciudad de México le mencionó a Alves en el correo que está dispuesto a tomar acciones legales, ante la Fifa o cualquier otro tribunal, en caso de que el exbarcelonista se niegue a depositar los 5 millones de dólares. Por el momento, ni los Pumas ni Alves han emitido algún comentario oficial al respecto.

Tocamientos a una amiga de la denunciante

La jueza que investiga la supuesta violación ha ofrecido a una de las dos amigas que acompañaban a la presunta víctima esa noche denunciarlo por agresión sexual por tocamientos, después de que ambas aseguraran que a ellas también las tocó. Ella lo ha rechazado, para no restar relevancia a la agresión sexual grave.

Según han explicado a Efe fuentes judiciales, las dos chicas que acompañaban a la víctima —una prima y una amiga— han declarado este viernes como testigos ante la titular del juzgado de instrucción número 15 de Barcelona, en una comparecencia en la que han avalado la versión de la denunciante.

Ambas han ratificado ante la jueza lo que ya declararon a los Mossos d'Esquadra y han confirmado que, antes de llevarse a la denunciante al baño en el que supuestamente ocurrió la agresión sexual, el futbolista también las abordó a ellas con evidente intención sexual. A una de las jóvenes, según han relatado a la magistrada, el futbolista brasileño se le aproximó y le rodeó la cintura con sus brazos, mientras que a la otra llegó a hacerle tocamientos en sus partes íntimas, lo que, han precisado, les hizo sentir "incómodas".

Confirman la versión de la víctima

Las dos testigos han corroborado la versión de la denunciante sobre lo sucedido antes y después de la presunta agresión sexual, ocurrida en la noche del pasado 30 de diciembre en un baño privado de un reservado de la discoteca Sutton de Barcelona.

Según su versión, cuando estaban departiendo con un grupo de jóvenes en una mesa cercana al reservado donde Alves tomaba copas con un amigo, se les acercó un camarero para comunicarles que unos "señores" querían invitarlas a cava en esa zona privada, a lo que ellas acabaron accediendo tras rechazar la oferta inicialmente.

Una vez en el reservado, estuvieron charlando con Alves y su amigo —momento en el que el futbolista supuestamente las magreó—, tras lo que el investigado se dirigió a la puerta que comunicaba al baño privado y, desde allí, hizo un ademán a la víctima para que se acercara. De acuerdo con el relato de las testigos, no imaginaban que esa puerta conducía a un lavabo privado —llegaron a pensar que daba acceso a un espacio en el que se podía fumar—, por lo que cuando una de ellas tuvo necesidad de ir al baño se dirigió a los generales, situados en una planta inferior.

Transcurrido un cuarto de hora, Dani Alves abandonó el baño del reservado e instantes después lo hizo la denunciante, quien se dirigió a una de sus amigas diciéndole "nos vamos de aquí". Ya camino de la salida, cuando esperaban sus chaquetas en el guardarropía, rompió a llorar mientras repetía "me ha hecho daño".

"No me van a creer"

En ese momento un portero de la discoteca se acercó a la joven para preguntarle qué le pasaba, lo que motivó que el equipo de seguridad de Sutton activara su protocolo contra agresiones sexuales, por lo que se llevaron a la víctima a una estancia apartada y llamaron a los Mossos d'Esquadra.

También han declarado este viernes ante la jueza el portero que atendió a la joven, el propietario de Sutton, el director de la sala y los dos camareros que sirvieron las copas en el reservado. Las testificales han respaldado el relato de la víctima, que cuando fue atendida por personal de la discoteca se mostraba reticente a denunciar a Dani Alves mientras repetía: "No me van a creer".

Mientras, la defensa del futbolista, ejercida por el abogado Cristóbal Martell, ha señalado a Efe que "persisten las inconsistencias". "No debo extenderme más por expresa indicación del juzgado", ha agregado.