Victoria Federica pide que el trabajo de su abuelo sea "reconocido" y "estimado"

La sobrina de Felipe VI ha concedido su primera entrevista en la que se ha sincerado sobre su vida, sus familiares y sus inquietudes ► Quiere mostrarse tal y como es, y admite que echa de menos ir a los toros con el emérito
Victoria Federica a su llegada a la feria de San Isidro. EFE
photo_camera Victoria Federica a su llegada a la feria de San Isidro. EFE

Victoria Federica llegó al mundo en el año 2000, en el seno de una familia real y con su vida marcada desde el inicio por sus lazos familiares. Con el paso de los años ha crecido, madurado y evolucionado hasta conseguir hacerse un hueco en un mundo que le apasiona: la moda. 

Con 21 años ha concedido su primera entrevista a la revista Elle, en la que ha hablado de gustos, inquietudes, curiosidades y hobbies, mostrándose serena y sincera y creando su propia imagen. "Quiero mostrarme ante la gente para que me vean tal cual soy, porque la imagen que se difunde de mí no es la verdadera", asegura la sobrina de Felipe VI. 

Sus apariciones públicas han ido variando a lo largo del tiempo y han ido evolucionado desde los posados familiares en los que se mostraba como una niña tímida y reservada hasta apariciones públicas en los eventos más importantes del panorama social actual, y asegura que a estas alturas no necesita presentación "presentada ya estoy". 

Durante la charla muestra una gran pasión por su familia, puesto que se define como "el resultado de lo que me han inculcado en mi casa desde niña", y una profunda admiración por su madre y sus abuelas, de las que dice son "las mujeres de su vida". Pese a ello, hay una figura a la que echa significativamente de menos y cuya ausencia es una importante falta en su día a día, su abuelo Juan Carlos. 

De él afirma que es "su persona favorita en el mundo" y le define como "un hombre dedicado". Además, va un paso más allá y afirma que "espero que todo el trabajo que ha hecho durante toda su vida sea reconocido y estimado".  Además, confiesa que una de las actividades que más echa de menos es ir a los toros con su abuelo. Este amor y admiración lo lleva reflejado en la piel a través de un tatuaje.

Otra de las personas a la que tiene gran estima es a su padre, del que según dice ha heredado el gusto por la moda. Este se refleja en sus actos y en sus estudios, puesto que se encuentra en tercer curso de Marketing y Comunicación en un centro universitario norteamericano con sede en Madrid, cuyos conocimientos pretende orientar hacia ese mundo. 

A nivel personal, la sobrina de Felipe VI quiso destacar que es una persona "estricta y disciplinada" que consigue siempre lo que se propone, y quiere aprovechar las redes sociales para que todos puedan descubrir su relato contado por ella misma. Por ello, abrió su cuenta de Instagram en 2019, cuyo número de seguidores aumenta de forma gradual, aunque afirma de forma tajante que "no quiero convertirme en una influencer". 

Como broche final, la hija de la infanta Elena también ha dedicado unas bonitas palabras a sus amigos de los que dijo "para mí lo son todo". Con ellos acude recurrentemente a misa, ya que según comparte en esta entrevista es católica prácticante alegando que "el Señor para mi lo es todo". 

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