Gas Natural apela a la “prudencia” en la subvención de las renovables

Confía en tener autorización para entre tres y cuatro parques eólicos en Galicia, alguno en Lugo, este mismo año

Gas Natural Fenosa sitúa entre sus planes de futuro invertir en renovables “todo lo que pueda” y, si se cumplen sus previsiones, en breve dará nuevos pasos para ello en Galicia, pero también apuesta por aplicar “prudencia” en la materia. Es la que receta la compañía de cara a desarrollar las políticas centradas en ese tipo de energías, como “fiel defensora de no subvenciones”.

 “Tenemos un excedente monstruoso de generación eléctrica en España. Se necesita una gran prudencia para no subvencionar que se aumente algo que no necesitamos”, subrayó este miércoles el presidente del gigante energético, Salvador Gabarró, en la jornada en que Gas Natural Fenosa celebró su junta general de accionistas. Fue un mensaje en el que coincidió con su consejero delegado, Rafael Villaseca. Y es que para este, que dio un giro a la lectura hecha hace unos meses sobre su visión de la necesidad de ayudas públicas, el “esfuerzo” realizado en España en el pasado –con otro marco retributivo— le ofrece margen para “meditar” sin la urgencia de tener que incentivar nuevas instalaciones.

Así es que, tras insistir en la apuesta por retirar del recibo de la luz el cargo derivado de subvenciones, Villaseca también apuesta por tomar “un cierto respiro”. “Tengamos cuidado en que cualquier relanzamiento que pudiera hacerse de la política de estas energías no volviera a comportar la pesadísima carga económica que generó la que conocemos”, dijo. Eso sí, asume que en algunas tecnologías aún por madurar el desarrollo sin apoyo será complicado.

A partir de ahí, y mirando al eólico, el ejemplo de Galicia, con la instalación que inauguró en Montouto en 2015, sirve a Gas Natural Fenosa para defender que hay parques que pueden funcionar y ser rentables sin subvenciones. “Existen zonas en las que se puede hacer”, asegura Villaseca, aunque “tampoco sean tantas”.

PARQUES EN GALICIA

La compañía tiene varias áreas señaladas en la comunidad para sus próximos proyectos, empezando por la repotenciación del parque en cabo Vilán. Junto a esta reforma, para sustituir este año 22 aerogeneradores por solo dos que elevarán su capacidad, está pendiente del avance de otros trámites que se podrían traducir en autorizaciones para nuevas instalaciones antes del final de 2016. De hecho, el delegado general de la compañía en Galicia, Manuel Fernández Pellicer, cree que en este ejercicio o principios del próximo podrían tener aprobados “tres o cuatro parques”, hasta dos en Lugo.

A la espera de los detalles, Gas Natural Fenosa solo adelanta que se podría comenzar a construir uno en 2017 y evita concretar fechas, que dependerán también de los trabajos que le tocan a Red Eléctrica en las líneas de evacuación para la energía generada. Los proyectos, en cualquier caso, vienen de lejos. Al menos algunos, porque en esa cartera de parques para los que se espera una autorización inminente hay algunos ligados al concurso eólico de 2010, en el que la compañía fue la máxima adjudicataria a pesar de que acabó renunciando a 141 de los 339 megavatios que obtuvo.

Más allá del sector eólico, la compañía continúa con los trámites para ampliar las centrales hidroeléctricas de Belesar y Os Peares utilizando el bombeo y con los trabajos centrados en la distribución, por ejemplo. Sumados sus distintos frentes, en electricidad y gas, prevé invertir unos 150 millones de euros este año en la comunidad. La cifra definitiva dependerá del plan estratégico 2016-2018 que presentará el grupo el día 11.

MÁS DIVIDENDO

En vísperas de ese encuentro, la junta de accionistas de Gas Natural aprobó en su reunión del miércoles un aumento del dividendo a abonar a los accionistas con cargo a los resultados de 2015, que llegará a los 1.001 millones de euros. O lo que es lo mismo, un euro por acción.

Con esta nueva cifra, que supera la avanzada por la compañía cuando presentó el balance del pasado ejercicio y que repercutirá especialmente en sus dos principales accionistas (La Caixa y Repsol), Gabarró aseguró que se busca enviar “una señal de confianza”. Y es que, en un contexto complicado para el sector, los resultados de 2015 fueron “buenos”, con un beneficio que se elevó en un 2,7% para llegar a 1.502 millones.

La junta también aprobó la reelección como consejeros de Juan Rosell y el propio Gabarró, que, con 80 años, evitó poner fecha a su jubilación pendiente de que se ordene el relevo en la presidencia. “Me iré cuando me dejen ir, que ya tengo ciertas ganas”, dijo.

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