Kenia estrena un barco de plástico reciclado

El barco 'FlipFlopi' está construido con residuos plásticos y chanclas procedentes de playas y cunetas. ABDALLAH BARGHASH (EFE)

El primer velero del mundo construido cien por cien con restos de botellas, cepillos de dientes o chanclas partió de la isla de Lamu rumbo a Sudáfrica

El FlipFlopi, el primer velero fabricado con plástico reciclado, fue botado el 15 de septiembre en presencia del ministro de Turismo de Kenia, Najib Balala, desde el condado de Lamu (norte), iniciando así su viaje hacia Sudáfrica con el que busca iniciar una "revolución del plástico". Según explica Expedición FlipFlopi en su web, en junio de 2016 decidieron fabricar un barco construido íntegramente de plástico recogido en las playas y las cunetas de Kenia, "con el objetivo de mostrar el potencial del plástico usado".

En la construcción del que es ya el primer velero 100 por cien de plástico reciclado, de nueve metros de eslora, se han empleado más de diez toneladas de plástico usado (restos de botellas, cepillos de dientes, cubos o palas) y miles de chanclas –flip flop en inglés, de ahí su nombre- y se han usado las técnicas tradicionales para la fabricación de este tipo de embarcaciones. "Esperamos que la gente en todo el mundo se inspire para encontrar sus propias vías de reutilizar el plástico ya usado", confía la Expedición FlipFlopi.

Para hacer llegar su mensaje, el barco echó marras desde Lamu, en la costa keniana, rumbo a Sudáfrica recorriendo la costa de Kenia, Tanzania y Mozambique en una travesía que durará entre tres y cuatro meses. "Nuestro mayor reto será el viento y la mar cada vez más complicada a medida que avancemos hacia el sur", reconocen los promotores.

Normalmente los barcos de vela no suelen aventurarse más allá de Beira, a medio camino del trayecto en la costa de Mozambique, pero la intención de la expedición es rodear el cabo de Buena Esperanza y llegar hasta Ciudad del Cabo. En total, será una travesía de más de 5.000 kilómetros que el barco espera cubrir a una media de entre 50 y 80 kilómetros al día.

Durante el recorrido, el barco realizará paradas en las que harán llegar su mensaje a diputados, empresas y comunidades sobre "qué se puede hacer para reducir el uso de plástico y evitar que el plástico acabe en el medio ambiente".

KENIA, A LA VANGUARDIA. Kenia prohibió por ley las bolsas de plástico hace poco más de un año, con multas de entre 16.000 a 32.500 euros, y penas de uno a dos años de prisión para quienes las fabriquen, importen o usen.

"Sin duda, se necesitan más medidas drásticas como esa para conseguir algún cambio", señala uno de los cofundadores del proyecto FlipFlopi, el keniano Dipesh Pabari. Pabari. Porque si nada cambia, ocho millones de toneladas de plástico seguirán encontrando cada año su camino al mar; hasta que en 2050, el plástico supere en número a los peces, según un estudio del Foro Económico Mundial.

A escala global, cinco países (China, Indonesia, Filipinas, Tailandia y Vietnam) vierten en conjunto más plástico en los océanos que el resto del planeta, según un informe de Ocean Conservancy de 2017; aunque naciones africanas como Egipto o Nigeria también contribuyen a esos vertidos.

"Vivimos en la revolución del plástico. Está en todas partes y no pasa un día sin que los medios de comunicación traten este problema -remarca Pabari-, pero no es habitual encontrar una historia innovadora y positiva que provenga de este lado del mundo".

Y habrá un desafío más a largo plazo: se espera que un nuevo barco de 25 metros de largo, igualmente construido al 100 % con desechos plásticos, recorra los 5.250 kilómetros de océano Índico que separan Kenia de Sudáfrica.