Los pekineses deberán dejar el coche en casa un día a la semana

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Los conductores de Pekín tendrán que dejar de usar desde este lunes su automóvil un día entre semana para continuar reduciendo los niveles de contaminación del aire de la capital china. La limitación se aplicará en cumplimiento de una nueva regulación de tráfico que ha despertado pasiones entre los defensores del medio ambiente pero causa dolores de cabeza en empresas y empleados que usan el coche como medio de trabajo.

Tras el éxito de las restricciones al tráfico durante los Juegos Olímpicos y Paralímpicos, las autoridades han decidido seguir imponiendo restricciones al tráfico, aunque menos severas. Así, si durante los Juegos, cada automóvil tenía prohibido circular la mitad de los días (los pares e impares, dependiendo de su número de matrícula), ahora sólo será un día laborable.

De este modo, las placas terminadas en 1 ó 6 no pueden circular los lunes, las que lo hagan en 2 ó 7 los martes, y así sucesivamente hasta el viernes (5-0), sin restricciones durante los fines de semana.

Vehículos privados y oficiales
La medida afecta a todos los automóviles privados, y al 70% de los vehículos oficiales, en una ciudad que con tres millones de automóviles sufre desde hace más de un lustro permanentes atascos, algo impensable en décadas anteriores.

La nueva regulación se aplicará a modo de prueba durante seis meses y el Ayuntamiento de Pekín calcula que, con ella, podrá mantener diariamente fuera de las carreteras a 800.000 vehículos. ''Confiamos en reducir el tráfico en un 6,5% e incrementar la velocidad media un 8%'', explicó Zhou Zhengyu, subdirector del departamento de comunicaciones de Pekín.

Las restricciones a la circulación durante los Juegos redujeron el tráfico rodado en un 21,2 %, según los datos municipales, con lo que durante los meses de julio y agosto se evitó la emisión de 120.000 toneladas de partículas contaminantes al aire pekinés.

Entusiastas y detractores
Vistos los buenos resultados, los ciudadanos reclamaron a través de los medios de comunicación y los foros de Internet que las autoridades mantuvieran indefinidamente las limitaciones. De todas formas, nunca llueve a gusto de todos, y las restricciones no cuentan con el apoyo de aquellos pekineses que se desplazan en coche al trabajo.

Pero incluso los detractores de este 'plan de rescate medioambiental' han propuesto medidas alternativas. Así, han pedido al Ayuntamiento que no se centre en limitar los vehículos privados, sino que desarrolle el transporte público, dada la insuficiente red de metros y autobús que actualmente tiene la capital.

Asimismo reclaman la construcción de carreteras, ya que mientras los kilómetros de calzada sólo aumentan a un ritmo anual del 3% anual, el número de vehículos lo hace a un 15%, lo que acaba por formar enormes atascos de tráfico.

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