Los técnicos y voluntarios de la Fundación Germán Estévez para la protección de la Naturaleza le enviaron al presidente del Gobierno central, José Luis Rodríguez Zapatero, un dossier informativo para que paralice las obras de Iberdrola en las paredes del río Sil, a la altura del municipio ourensano de Nogueira de Ramuín, ya que consideran que causará un daño al conjunto ambiental y patrimonial de la Ribeira Sacra.
Los ecologistas denuncian que la perforación y detonación de las paredes del río Sul se realizarán "a golpe de dinamita" y que su efecto será "totalmente negativo" para el turismo y para el funcionamiento de los catamaranes que surcan el río cada día. A su juicio, se trata de un "atentado sin precedentes" en uno de los parajes que "aspira a ser Patrimonio de la Humanidad".
La entidad ecologista está pendiente del informe del comisario europeo de medio ambiente en relación a las obras, puesto que se están ejecuntando en una zona de "alto valor paisajístico y medioambiental" y protegidas por la normativa que regula la Red Natura del año 2001.
El colectivo también está pendiente de que el Defensor del Pueblo, Enrique Múgica, emita un informe sobre la competencia de la otorgación de autorizaciones por parte del Ministerio de Medio Ambiente, ya que a su juicio, "la Xunta tendría que decir algo al respecto y tratar de solucionar el problema". Así, piden a las autoridades que tengan en cuenta el dictamen del Parlamento de Galicia que se opuso a la ampliación de una macrocentral hidroeléctrica.
