La ceremonia religiosa celebrada este martes en Londres en recuerdo del difunto duque de Edimburgo, marido de la reina de Inglaterra, se ha convertido en el acto que ha concentrado el mayor número de miembros de casas reales de Europa desde el inicio de la pandemia. Han estado entre ellos los Reyes de España, además de los de Bélgica, de Países Bajos y de Suecia, la monarca de Dinamarca o la Gran Duquesa de Luxemburgo, entre otros.
La ceremonia en la Abadía de Westminster, un acto de recuerdo celebrado casi un año después del funeral —restringido por la pandemia—, ha contado también con la reina Isabel II. La asistencia de la soberana británica, de 95 años, en la ceremonia en memoria de su marido fue confirmada este mismo martes por un portavoz del palacio de Buckingham.
Este ha sido el primer evento oficial de relevancia al que acude en persona Isabel II fuera de sus residencias en cinco meses y medio, desde que viajó a Cardiff para pronunciar un discurso el pasado 14 de octubre. La reina, que pasó el covid el pasado febrero —del que ya está recuperada— y ha tenido algunas dificultades de movilidad, acomete tareas ligeras generalmente a través de vídeoconferencias.
Isabel II llegó junto a su hijo el príncipe Andrés, quien se dejó ver en público por primera vez desde que el pasado febrero alcanzara un acuerdo extrajudicial con una mujer que lo denunció por abuso sexual cuando ella era menor de edad.
El gran ausente en la ceremonia ha sido el príncipe Enrique, nieto de la reina, que reside en Estados Unidos junto con su esposa, Meghan, y sus dos hijos, y quien no ha viajado para la ocasión.
Al margen de estas ausencias, han acudido al servicio más de veinte miembros de la Casa Real británica, como el príncipe de Gales, heredero al trono británico, la duquesa de Cornualles, y los duques de Cambridge, además de otros 30 miembros de monarquías extranjeras.
Entre los asistentes figurará además el primer ministro británico, Boris Johnson, y su esposa, Carrie, otros miembros de la familia del duque de Edimburgo y unos 500 representantes de las organizaciones de las que era patrón y de organizaciones benéficas.
Desde primera hora de la mañana se formó una larga fila de asistentes a la entrada de la abadía, mientras decenas de curiosos se agolpaban en torno al importante dispositivo de seguridad de la policía británica.