Un año de cárcel para una periodista marroquí por aborto y por tener relaciones soltera

Su caso ha suscitado una enorme indignación y una campaña de solidaridad inédita en las redes sociales dentro y fuera de Marruecos
Exterior del Tribunal de Primera Instancia de Rabat. EFE
photo_camera Exterior del Tribunal de Primera Instancia de Rabat. EFE

La periodista marroquí Hajar Raissouni, de 28 años, ha sido condenada este lunes a un año de cárcel por los delitos de aborto y de mantener relaciones fuera de matrimonio, en uno de los casos más sonados de los últimos años en Marruecos. También su novio —de nacionalidad sudanesa— está condenado en el caso por el Tribunal de Primera Instancia de Rabat a la misma pena por idénticos delitos. Mientras, al médico que supuestamente practicó el aborto se le han impuesto dos años de prisión y otros dos más de prohibición de ejercicio de la profesión médica.

Además de estas tres condenas en firme, el anestesista que asistió al médico en el aborto, un hombre de 83 años, fue condenado a un año de libertad condicional, mientras que a la asistenta de la clínica donde se produjeron los hechos se le impusieron ocho meses, con la sentencia en suspenso.

"Es una sentencia que se contradice con el espíritu de la ley y la ciencia porque ha habido pruebas que muestran que no ha habido aborto", sostuvo uno de los abogados defensores de la joven periodista, Abdelmoula Marouri. Durante las anteriores tres vistas, los cinco condenados negaron en todo momento que hubiera habido aborto. En la misma línea, varios de los treinta abogados que se presentaron voluntarios en este caso defendieron en todo momento que la periodista y el resto de condenados no estaban en situación de infracción de la ley.

Durante las anteriores tres vistas, los cinco condenados negaron en todo momento que hubiera habido aborto

El caso de Raissouni ha suscitado una enorme indignación y una campaña de solidaridad inédita en las redes sociales, dentro y fuera de Marruecos. Nada más conocerse el veredicto, se escuchaban gritos y llantos de los amigos y familiares de la periodista y del resto de los acusados en una sala que estaba repleta de activistas de derechos humanos, abogados y periodistas nacionales e internacionales.

"Nosotros, como periodistas marroquíes pensamos, que ha habido irregularidades a la hora de arrestar a Raissouni, y además denunciamos la gran campaña de difamación a la que fue expuesta la periodista", dijo a Efe Charki Lahrach, periodista del semanario Telquel. Lahrach —que acudió a la vista de este lunes junto a otros muchos profesionales del sector— añadió que más de 150 periodistas firmaron un manifiesto contra los actos de difamación que sufrió Raissouni.

En 2018, un total de 73 personas fueron perseguidas por el delito de aborto, pero estos juicios no merecieron la misma atención mediática.

Según la Asociación Marroquí para la Lucha contra el Aborto Clandestino, entre 600 y 800 abortos se practican ilegalmente en el país cada día, a veces en clínicas clandestinas que reúnen ciertos estándares y otras veces llevados a cabo por curanderas con métodos caseros sin la menor garantía médica.

El caso de Hajar abrió también el debate sobre las libertades individuales, máxime cuando una modificación del actual Código Penal está actualmente en el Parlamento. En este debate se ha dejado oír con más fuerza la corriente progresista en el país, que reclama la despenalización de las relaciones extramaritales, del aborto o de la homosexualidad.

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