El Centro de Adiestramiento de Kuolikoró, en Mali, donde trabajan los 300 militares de la Brilat destacados en el país africano, fue objeto la madrugada del domingo de dos ataques consecutivos, uno con dos coches bomba y otro con armas de asalto, en los que resultaron heridos dos militares malienses.
Según fuentes del Ministerio de Defensa, sobre las 3,00 horas empezó el ataque con fusilería desde una zona del campamento. Se trataba, en realidad, de una maniobra de distracción, puesto que por el lado opuesto otro grupo de rebeldes pretendía penetrar en la base a bordo de dos coches llenos de explosivos que harían volar por los aires una vez dentro.
Sin embargo, la rápida y contundente reacción de los militares pontevedreses frustró sus pretensiones. Utilizando ametralladoras de calibre 12,70 consiguieron abatir a los ocupantes del primer vehículo pero los del segundo lograron hacerlo explotar junto a la puerta principal del campamento, causando importantes destrozos.
El segundo coche fue explosionado de forma controlada, horas después, por los zapadores de la Brilat desplegados en la zona.
Dos militares de nacionalidad maliense que se encontraban en las inmediaciones del lugar donde se produjo la explosión resultaron heridos y fueron inmediatamente atendidos por los servicios médicos de la instalación.
Las mismas fuentes de Defensa consultadas admitieron su sorpresa porque el ataque se hubiese producido tan al sur del país, algo poco habitual.
BRIGADA GALICIA. Unos 80 soldados de la Brigada Galicia VII, conocida como la Brilat, conformaban el último contingente que partía el pasado mes de noviembre a Malí desde el aeropuerto de Lavacolla, para incorporarse a una misión de la Unión Europea de seis meses de duración para "instruir, adiestrar y asesorar" a las fuerzas armadas del país africano.
En concreto, se desplegó por esas fechas en la región de Kulikoró un contingente multinacional de aproximadamente 300 hombres, la mayoría del grupo táctico Zamora, bajo las órdenes del teniente coronel Armada de Losada. Este grupo incluirá españoles –algo menos de 200–, checos y alemanes, principalmente.
El pasado 27 de diciembre el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, eligió Mali para su primera visita como jefe del Ejecutivo a las tropas españolas en el exterior y estuvo en la base de Koulikoro, donde defendió la importancia estratégica de una misión centrada en adiestrar y asesorar al ejército maliense para la estabilización del país y la lucha contra el yihadismo.
El despliegue, recalcó Sánchez, ayuda no solo a la estabilidad de la región, sino también a fortalecer la seguridad de España y de la Unión Europea (UE) al hacer frente a amenazas globales como el terrorismo, el tráfico ilegal de seres humanos y la delincuencia organizada.
España, que dirigió la misión europea el año pasado, participa en ella desde su creación, en 2013, y ha ido aumentando progresivamente su contingente en el operativo, al que contribuyen 25 países europeos.
En mayo murió en el país africano el soldado de Infantería de Marina Antonio Carrero Jiménez y otros dos soldados resultaron heridos al salirse de la carretera el vehículo en el que viajaban, en un convoy en la localidad de Somadougou. El pasado 28 de diciembre el Consejo de Ministros prorrogó la participación española en EUTM Mali por un año, al extender hasta diciembre de 2019 las misiones españolas de mantenimiento de la paz.
