Bolivia ya sabe leer y escribir

Los bolivianos celebran la erradicación del analfabetismo en el país. (EFE)
photo_camera Los bolivianos celebran la erradicación del analfabetismo en el país. (EFE)

Bolivia se ha convertido, tras las experiencias de Cuba y Venezuela, en el tercer país de América Latina en alcanzar uno de los Objetivos del Milenio propuestos por las Naciones Unidas: la erradicación del analfabetismo.

Así lo ha expresado el presidente del país, Evo Morales, que durante un acto en Cochabamba ha expresado su satisfaccción por el buen resultado que han arrojado los programas puestos en marcha por su Gobierno.

Todos saben leer y escribir
Estos programas, de los que Morales ha hecho un asunto de Estado, han servido para alfabetizar a 819.417 personas, el 99,5% del total de analfabetos que tenía el país, y aumentar con ello el índice de alfabetización de Bolivia a algo más del 96% de su población.

En 2001, un estudio del Gobierno demostró que el 14% de los bolivianos eran analfabetos y que casi el 26% de la población de las zonas rurales no sabían leer ni escribir.

"Ha sido el esfuerzo humano, ese esfuerzo de todos los días de tres años de trabajo para de luchar con los participantes del programa a erradicar el analfabetismo de Bolivia. Este es un programa que ha llegado a todas las comunidades del país; han sido alrededor de 60.000 personas que han colaborado con nosotros para llevar adelante este esfuerzo", ha señalado Morales, destacando también la ayuda, financiera y humana, aportada por Venezuela y Cuba.

El ejemplo boliviano
Según la Organización Educacional, Científica y Cultural de la ONU (UNESCO), un país puede ser declarado "libre de analfabetismo" cuando más del 96% de sus adultos han sido enseñados a leer y escribir.

El delegado de la Unesco, Eduard Matoko, ha afirmado durante este acto en Cochamba que "el proyecto boliviano es un ejemplo que seguramente inspire a otros países a implantar programas similares".

Tal como ha expresado Morales, ahora el reto pasa por ayudar, junto con sus homólogos Chávez y Castro, a que ésta sea también una realidad en Nicaragua y Paraguay.