Bush dice que la asfixia simulada no es tortura

Protesta de defensores de los derechos civiles en contra de la asfixia simulada (Foto: EFE)
photo_camera Protesta de defensores de los derechos civiles en contra de la asfixia simulada (Foto: EFE)

A escasos meses del fin de su mandato, Bush deja atrás un balance cuestionable. Tras ocho años en la Casa Blancas, pocos podrán obviar que deja en una situación económica más débil que la que encontró y que su gestión diplomática tuvo demasiadas "lagunas" (por usar un término amable). A este rosario, hay que añadir ahora su justificación de la tortura, al menos de una las técnicas usadas en Guantánamo, la "asfixia simulada".

Este método consiste en el vertido de gran cantidad de agua sobre la cabeza de un prisionero para causarle sensación de ahogo durante los interrogatorios. Pero para George W. Bush, esto no es tortura.

Durante una entrevista con la BBC, el todavía inquilino de la Casa Blanca se refirió a los atentados de Londres del 7-J para justificar la asfixia simulada a sospechosos terroristas.

Para Bush, la información obtenida de presuntos terroristas -siempre según el 'criterio Guántanamo'- ha ayudado a salvar vidas y consideró que los familiares de las víctimas de los atentados del 7 de julio de 2005 lo entenderán.

"EEUU actuará dentro de la ley. Nos aseguraremos que los profesionales tienen los instrumentos necesarios para hacer su trabajo dentro de la ley", puntualizó Bush. Ley del 'todo vale'.

 Demostración de la asfixia simulada


Sin boicot a Pekín 2008

En los atentados del 7-J contra tres trenes del Metro de Londres y un autobús urbano, 56 personas murieron -cuatro de ellos los terroristas suicidas- y unas 700 resultaron heridas.

Por otro lado, Bush señaló que tiene intención de asistir a los Juegos Olímpicos de Pekín de este año y admitió que mantiene contactos regulares con el presidente chino, Hu Jintao, para pedirle que haga un esfuerzo mayor en relación con la tragedia de Darfur. "Yo veo los Juegos Olímpicos como un evento deportivo", puntualizó el presidente.

En los últimos días, el cineasta Steven Spielberg, varios premios Nobel de la Paz, actores, deportistas y parlamentarios han criticado a China por su política de apoyo al Gobierno de Sudán.

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