El actual poder en Kiev busca fortalecerse con las elecciones legislativas del próximo domingo

Ucrania celebra este domingo sus primeras elecciones parlamentarias desde la llegada al poder de la oposición europeísta hace ocho meses tras una sublevación popular que derrocó al régimen prorruso de Víktor Yanukóvich, unos comicios que previsiblemente reforzarán al actual Gobierno de Kiev.

Los observadores pronostican que la nueva Rada Suprema (Parlamento) que surgirá de estas elecciones anticipadas supondrá una consolidación en torno al tándem del actual presidente del país, Petró Poroshenko, y el primer ministro, Arseni Yatseniuk, en medio de la rebelión del este rusófono.

Mucho ha cambiado en el paisaje político ucraniano desde las masivas manifestaciones opositoras en el Maidán, la emblemática plaza de la Independencia de Kiev epicentro de las protestas.

Estas estuvieron dirigidas por tres fuerzas políticas: Batkivschina (Patria) de la ex primera ministra Yulia Timoshenko y Yatseniuk; Udar (Golpe) del exboxeador Vitali Klitschkó, y el ultranacionalista Svoboda (Libertad).

Tras el cambio de poder en Kiev y con la victoria en las elecciones presidenciales del 25 de mayo del magnate Petró Poroshenko, la plataforma electoral encabezada por éste, y a la que se integró Klitschkó, se perfila como la favorita en los sondeos, que le atribuyen entre el 24 y el 39,8 % de los votos.

Las encuestas coinciden en dar el segundo puesto, con entre el 7 y el 11 %, al Partido Radical de Oleg Liashkó, un político polémico y populista que se ha hecho fuerte con su posición de dureza hacia los insurgentes prorrusos sublevados en las regiones de Donetsk y Lugansk.

Tras la escisión del partido Batkivschina de Timoshenko, del que ha salido el primer ministro Yatseniuk con su Frente Popular, estas dos formaciones se disputarían el tercer lugar, según los sondeos, junto con Posición Cívica del exministro de Defensa Anatoli Grisenko.

El bloque de Yatseniuk ha conseguido doblar su intención de voto en el último mes, desde un 4,5 % -insuficiente para entrar al Parlamento- hasta cerca de un 9 %, según algunas encuestas.

El resto de los partidos que se presentan a las elecciones no alcanzaría el 5 % necesario para tener representación parlamentaria.

La nueva Rada que saldrá de estos comicios sustituirá a la que fue elegida en octubre de 2012, donde tenía la mayoría el Partido de las Regiones del expresidente Yanukóvich, ahora refugiado en Rusia.

Esta formación, que vio como una gran parte de sus diputados se pasaban a otros bloques parlamentarios, incluido el de Poroshenko, tras el derrocamiento de su mentor, ya anunció el pasado septiembre que no concurrirá.

El secretario de la presidencia del partido, Boris Kolesnikov, dijo que la decisión se basaba en el hecho de que los votantes de su granero electoral, la cuenca minera rebelde de Donetsk y Lugansk, no pueden participar debido al conflicto.

Con una población de unos siete millones de personas, cerca de 2,5 millones tendrían derecho a voto en esas dos regiones, donde a pesar de que rige un alto el fuego desde el 5 de septiembre las armas no han callado por completo.

La propia Comisión Electoral Central ha reconocido que en esas regiones sólo se podrán celebrar las elecciones en un puñado de circunscripciones que aún están bajo control de las autoridades centrales.

Otros ausentes en la nueva cámara serán los comunistas, después de que, tras el transfuguismo de parte de sus diputados y gracias a una argucia legal, el bloque y el partido hayan sido eliminados al descender por debajo del umbral del 5 %.

Las autoridades de Kiev achacan a los representantes comunistas tener lazos con las autoproclamadas repúblicas populares de Donetsk y Lugansk.

Según el sistema electoral ucraniano, de los 450 escaños de la Rada el 50 % (225) se elige por listas de partido y la otra mitad por circunscripciones electorales.

En unas 20 de éstas últimas, el Bloque de Petró Poroshenko y el Frente Popular de Yatseniuk acordaron retirar a sus respectivos candidatos en favor del otro partido para evitar el triunfo de terceros.

Tampoco podrán elegirse los escaños correspondientes a la península de Crimea, anexionada por Rusia el pasado marzo tras un referéndum organizado por las autoridades locales y una intervención militar incruenta de Moscú.

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